Y es que el fútbol español está de enhorabuena. Realmente es un lujo la época de triunfos en todas las categorías que se está viviendo en España. Es cierto que en el deporte en general los nuestros están dando un nivel altísimo con Rafa Nadal o la ÑBA a la cabeza, pero lo del fútbol está siendo realmente aplastante y, lo mejor de todo, es que la forma de conseguirlo es impecable.

Es evidente el palmarés envidiable, pero la manera de conseguirlo es lo que provoca la admiración mundial por el balompié español. España ha ganado los dos últimos europeos sub 19, sub 21 y absolutos además del Mundial de Sudáfrica de 2010 demostrando que en estos momentos, en cuanto al fútbol se selecciones se refiere, ningún país es capaz de hacerle sombra.

Volviendo al juego de todas las categorías de la selección, el gusto por el trato del balón, el creer en esa filosofía y el hecho de ser una fábrica continua de jugadores preparados para desarrollarla está haciendo que este proyecto que se inició hace tantos años esté dando sus frutos con unos años en los que los éxitos se suceden y que, según los pronósticos deportivos, no parecen que vaya a parar.

En estos tiempos es difícil pararse para saborear los triunfos conseguidos porque cuando acabas una cosa ya tienes el reto de conseguir otra, pero realmente merece la pena parar el tiempo por unos instantes, unos segundos, y darse cuenta de lo que estas generaciones nos están haciendo disfrutar jugando al fútbol. No sólo ganan, sino que también enamoran.

Es una auténtica delicia ver como España instaura de esta manera una auténtica hegemonía futbolística.

Redacción: Guillermo Fernández