Cada una de estas joyas puede lucirse de dos formas diferentes, lo que permite adaptar los pendientes y el collar al gusto de su propietaria en cada momento. Los pendientes pueden llevarse completos, luciendo el rosetón en forma de flor y el detalle que pende de cada uno de ellos, formado por dos circonitas y una perla natural con forma de lágrima. O bien transformar, con un sencillo gesto, los pendientes largos en radiantes rosetones formados por 9 circonitas, perfectamente ajustados al lóbulo por su cierre mariposa.
El remate que pende del rosetón central del collar, formado por dos circonitas y una perla, puede quitarse o ponerse según la ocasión, al igual que los pendientes. Dicha solución permite disfrutar de dos diferentes, ideales para lucir tanto en el día a día como en los momentos más señalados.