Jo Malone, una reconocida experta en belleza que realizaba tratamientos faciales a un exclusivo grupo de 20 féminas de Londres, a las que obsequiaba con un bote de aceite de baño a base de nuez moscada y jenjibre que ella misma realizaba en la cocina de su casa.
Después que una de sus clientas le encargara 100 frascos de este aceite para regalar en una cena llegó la fama.
El boca a boca corrió y los presentes en la fiesta hicieron sus pedidos y el efecto domino hizo que un negocio instalado en una cocina creciese hasta convertirse en una reputada marca con la apertura de la primera tienda en Londres en 1994.
Leonard Lauder es el propietario de esta boutique situada en Sloane Street, lugar de culto en el que se forman colas para entrar en navidad.