La subasta de arte impresionista y moderno de Sothebys que tuvo lugar en Nueva York en una sala abarrotada de coleccionistas, marchantes y medios de comunicación tuvo un final de vértigo entre dos compradores telefónicos durante casi 15 minutos. No se identificó al ganador de la puja.
El grito, una de la cuatro versiones realizadas por el pintor escandinavo, fue vendido por el empresario noruego Petter Olsen, y superó el record que tenía hasta ahora una obra de Picasso, Desnudo, hojas verdes y busto, vendida por 106,5 millones de dólares en Christies hace dos años.
Edvard Munch (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego de la corriente expresionista. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. Sus obras son como variaciones constantes sobre la gran sinfonía de la existencia humana en sus lados diurnos, pero aún más, como es congruente con la sensibilidad finisecular, en los nocturnos. El amor y el odio, el deseo y la angustia, las pasiones y las emociones, son elevados a arquetipos de la vida anímica del hombre moderno o, incluso, de la propia condición humana. El pintor decía de sí mismo que, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas. Por ello, los temas más frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la soledad (Melancolía), la angustia (El Grito, tal vez su mejor obra), la muerte (Muerte de un bohemio) y el erotismo (Amantes, El beso). Se le considera precursor del expresionismo, por la fuerte expresividad de los rostros y las actitudes de sus figuras, además del mejor pintor noruego de todos los tiempos.
Una subasta de más de 300 millones de euros
Además de "El grito" también se vendieron otras obras como:
Edvard Munch
"Mujer mirándose en el espejo", por 5,1 millones de dólares
"El sembrador", por 2,8 millones de dólares
Pablo Picasso
"Mujer sentada en una butaca", un retrato de Picasso a su musa y amante Dora Maar por 29,2 millones.
"Cabeza de mujer", por 6,9 millones de dólares en la que, a través de la representación de su musa y amante Françoise Gilot, el artista transmite un optimismo que caracterizó su trabajo en los años inmediatos a la Primera Guerra Mundial.
Salvador Dalí
"Primavera necrofílica", vendida en 16,3 millones de dólares, y que ejemplifica uno de los momentos más creativos de la carrera de Dalí.
Joan Miró
"Cabeza humana", de 1931, por el que se pagaron 14,8 millones de dólares, y en el que el artista español crea un lenguaje visual único.
"Pintura", que se vendió por 4,1 millones.
Chaïme Soutine
"El botones del Maxim", por el que se pagaron 9,3 millones de dólares. El retrato de este modelo anónimo irradia una fuerza emocional única en la historia del arte del siglo XX, y el dinámico uso del pincel y los fuertes colores inscriben a esta obra en el culmen del trabajo de Soutine.
Esculturas
"Prométhée", de Constantin Brancusi (1876-1957), por 12,6 millones de dólares. Una obra minimalista que combina influencias del primitivismo, el folclore rumano y la estética de las máquinas de la revolución industrial.