El Bugatti Veyron diseñado por Hérmes se ha convertido en el coche más caro producido en serie.

De dónde surgió…

En los años 20 Ettore Bugatti y Èmile Hermès se conocieron cuando el primero requirió una maleta para su modelo Royale.  De allí surgió una profunda amistad y mutua admiración. Bugatti era amante de las disciplinas ecuestres y Hermès de los autos.

Al salir el último Bugatti de Molsheim en 1956 la relación quedó en suspenso.  Fue hasta el Pebble Beach Concours d’Elégance de 2006 cuando ambas marcas se reencontraron.

Mientras Bugatti pasó a un estadio de letargo, Hermès continuó su desarrollo en el campo de la cosmética, la moda y, especialmente, la marroquinería donde se ha consolidado como la más fina de la orfebrería de maletas, cinturones, bolsas y billeteras.

La casa Hermès es un clásico no alterado por las modas pasajeras.  Más allá de ellas, es un estándar al cual cualquier marca sigue, emula y trata de alcanzar.

Tecnología para uso diario

A diferencia de otros súper autos, el Bugatti Veyron nace para ser usado como carro para diario.  Su manejo es suave, confortable y, sobre todo, sin estrés alguno.

Este es el auto más veloz de producción hecho hasta la actualidad.  La transmisión es integral.  Sus frenos de disco de fibra de carbono montan ocho pistones de titanio, con protectores térmicos de cerámica.  Al aplicar los frenos a 200 km/h el alerón posterior se ubica a 133 grados, incrementando el poder de desaceleración, tal como sucede en los aviones.  A 400 km/h, el freno de emergencia detiene el auto en menos de 10 segundos.

Arte, Forma y Técnica

Para poder trascender es necesario tener bases firmes.  Rendir tributo estético, conjugando líneas y volúmenes con lo más reciente de la tecnología, ha sido uno de los principios de Hermès, al cual Bugatti se ha apegado en perfecta armonía en esta pieza de colección.

El Bugatti Veyron Fbg para Hermès ostenta un símbolo sencillo, pero emblemático: el cierre Hermès, un zipper de anclaje lineal rematado en una H horizontal.  Adoptada como distintivo, durante su diseño y construcción en los talleres Hermès de Faubourg, la H se aplicó en la grilla de ventilación del radiador, en las costuras de la fina tapicería y en el juego de portadocumentos, maletas y maletines exclusivos para este auto.

Los volúmenes de su carrocería y habitáculo son un collage que evocan la escuela cubista, el esplendor de la belle èpoque y un refinamiento sin par.  El encargado de esta obra de arte es el diseñador Gabriele Pezzini.