El plato, elemento estrella
Concebido especialmente para eliminar al máximo vibraciones y ruido electromecánico captado por la aguja, el plato de Onkyo CP-1050 presenta un diseño de bajo par de arranque estable que reduce de forma significativa el ruido del mecanismo y, por tanto, amortigua el ruido de baja frecuencia.

Además, funciona con transmisión directa, lo que evita la distorsión de alta frecuencia. Esto se combina con un sistema de control de bloqueo de cuarzo y rodamientos de calidad, por lo que la transmisión sonora se realiza con gran nitidez y manteniendo la esencia original de la melodía.

Otra de sus armas contra la distorsión radica en la robustez del material con el que está fabricado el plato, de aluminio fundido, que crea una inercia adicional para aumentar la estabilidad en el giro y, al mismo tiempo, evitar las fluctuaciones en el tono sonoro. Junto a ello, una alfombrilla de caucho es la encargada de proteger los discos, al tiempo que absorbe las resonancias mínimas del giradiscos.

El brazo, compañero imprescindible
Onkyo también ha cuidado al máximo la fabricación del brazo del giradiscos. Así, ha sido desarrollado en aluminio y cuenta con una cápsula desmontable que, junto con un sistema de contrapeso ajustable, es compatible con diversos cartuchos comerciales de entre 5 y 10 gramos.

El cartucho MM del que se acompaña el equipo ofrece un rendimiento increíble, ya que captura la profundidad y amplitud de cualquier pista con una respuesta de frecuencia muy amplia y una relación señal-ruido de más de 60 dB. 

Detalles para sibaritas
Como complemento a todo lo anterior, Onkyo CP-1050 está dotado de prestaciones extras como, por ejemplo, la posibilidad de cambiar la velocidad de giro de 33 1/3 a 45 rpm y viceversa con un solo botón.

Finalmente, está provisto de conectores de salida L/R en RCA chapados en oro para conectar un preamplificador de plato externo, amplificador estéreo o receptor A/V.

PVPR Onkyo CP-1050: 549 euros (IVA incluido)