A diferencia de los radares, el RTI mide las 'sombras' que dejan las ondas radiofónicas
En un primer ensayo (todavía sin pared de por medio), se utilizó una red inalámbrica integrada por 28 receptores de radio, que se colocaron a un metro y 20 centímetros de altura; para lo que se utilizaron una especie de tubos de plástico, que hacían de soporte. Una medida pensada para centrar la captura del movimiento en personas, y no otro tipo de cuerpos móviles.
Cuando el sujeto paseó dentro del área controlada, los receptores captaron el movimiento e interpretaron la señal. Este movimiento se refleja en la pantalla de un ordenador conectado al sistema; donde la señal se traduce en unos colores específicos, a fin de resaltar dentro de un fondo completamente azul (el del espacio controlado). De esta forma, queda detectado el movimiento.
En una segunda prueba, el número de receptores se incrementó hasta los 34, y el sujeto se colocó tras una pared. El experimento quedó recogido con detalle en la web especializada arXiv.org, y se espera su próxima publicación en la revista IEEE Transactions on Mobile Computing.
A diferencia de los radares, en los que el sistema mide las señales de radio que rebotan sobre un objeto, el RTI mide las 'sombras' que dejan las ondas radiofónicas. Es decir, que lo que se mide en este caso son señales más débiles, debido a que han atravesado un determinado cuerpo.
A pesar de que esta tecnología todavía ha de perfeccionarse, Patwari, uno de sus creadores, ya se ha apresurado a señalar cuáles podrían ser sus utilidades: "Cuando haya una situación con rehenes, por ejemplo, o cualquier otro suceso, en el que resulte peligrosa la misión de la Policía o los bomberos; antes de entrar en un edificio directamente, podrán lanzarse docenas de estas radios para saber con exactitud dónde se localizan los supervivientes".
Fuente: 20minutos.es