La cálida puesta de sol que acarició el cielo de las ciudades de Vigo y Sevilla, fueron testigos de la excepcional dulzura con que cantó Zahara ante un público entregado. Temas nuevos y canciones que han evolucionado y ahora están en su mejor momento, unas extraordinarias vistas y el sorpréndete sabor de Licor 43 fueron los ingredientes de unas veladas para recordar.