La compañía norteamericana Ford acaba de firmar un acuerdo de venta por 1.800 millones de dólares para que el fabricante chino Geely se quede con su filial sueca Volvo Cars. Volvo continuará siendo independiente dentro del grupo chino y continuará con su sede en Gotemburgo y sus dos plantas de producción en Torlanda (Suecia) y Gante (Bélgica), aunque estudiará la posibilidad de fabricar nuevos modelos de la marca sueca en sus instalaciones en China.