La compañía tecnológica japonesa Sony ha presentado su primera pantalla flexible, compuesta por circuitos orgánicos, que puede enrrollarse alrededor de un lápiz. Mide 4.1 pulgadas y es más fina que un pelo humano. El secreto de esta pantalla se encuentra en su fabricación. Sony mezcló el OLED con transistores orgánicos, también conocidos como OTFT. Estos transistores poseen aisladores suaves y orgánicos que permiten que sean doblados y estirados sin tener ningún impacto sobre la imagen que se está reproduciendo. Será también una una pantalla económica, ya que los componentes pueden disolverse en solventes comunes para ser impresos en vez de armados. De esta manera podría usarse como papel electrónico en el periódico del mañana o en revistas.