Salimos a probar la revolucionara silla de ruedas Genny basada en la tecnología Segway / Deka Research (productor e inventor de la tecnología de autoequilibrio), lo que la confiere una agilidad absoluta en cuanquier tipo de superficie. Una silla para minusvalidos que gracias al mecanismo de autoequilibrio no tiene que llevar las dos ruedas direccionales, y que movida por un avanzado motor eléctrico dispone de una autonomía superior a los 40 km, olvidandose de tener que ejercer fuerza con los brazos. Con una leve inclinación de la parte superior del cuerpo hacia adelante o hacia atrás, permite que la silla avance o retroceda, ofreciendo una total libertad de movimientos y dejando las manos libres, que sólo deben usarse para controlar el giro. Se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores, puede desplazarse en cualquier entorno y en todo tipo de terreno, incluso en pendientes pronunciadas, y puede girar sobre sí misma, lo que le permite moverse en espacios reducidos, incluso en el ascensor. De diseño compacto, ocupa muy poco espacio y se recarga en cualquier toma eléctrica convencional. Dispone de un asiento ergonómico, y además cuenta con sistemas de seguridad por duplicado, incluidos cinco giróscopos que garantizan su correcta estabilización en todo momento, un sistema de parada de emergencia y una llave codificada de seguridad con alarma integrada y sensores de presencia de pasajero.