Federer llegó a la final tras derrotar a Djokovic que llevaba 41 partidos invictos y amenazaba el primer puesto de Nadal en la clasificación ATP. Se reeditaba un partido con un prólogo escrito en la final parisina del 2008, en la que el español se impuso por 6-1, 6-3 y 6-0, una auténtica paliza. En esta ocasión, más igualada, y con unas bolas nuevas rápidas, pequeñas y duras; no impidieron que el español machacara el revés de su rival con una derecha cruzada y alta una y otra vez.
Los errores no forzados del suizo, salvados tan solo por un juego efectivo a base de dejadas y la efectividad de Nadal acallaron el griterio de los maleducados franceses que al final tuvieron que aplaudir a este joven de 25 años les demostraba una vez más quien es el Rey de la tierra.
En el duelo femenino la china Na Li se impuso a la italiana Francesca Schiavone, por 6-4 y 7-6 (0) en una hora y 48 minutos levantando por primera vez la copa Suzanne Lenglen. Li había ganado hasta ahora cuatro títulos: Cantón (2004), Gold Coast (2008), Birmingham (2010) y Sydney (2011).
En dobles masculino el bielorruso Max Mirnyi y el canadiense Daniel Nestor vencieron al colombiano Juan Sebastián Cabal y el argentino Eduardo Schwank por 7-6(3), 3-6 y 64 en 2 horas y 17 minutos.