Solo empresas privadas de seguros, que no tienen nada que ver con las mutuas de accidentes y enfermedades profesionales, se animan a este negocio. Y abundan en Estados Unidos. El trasero de la portorriqueña Jennifer López está asegurado en un millón de dólares. La cantante Rihanna tiene sus piernas aseguradas en 700.000 dólares. Penélope Cruz también habría suscrito una póliza de seguros de vida que incluye daños sobre su cuerpo por la que pagaría una cuota mensual en torno a los cinco mil euros. En España, son pocas las aseguradoras que se atrevan a poner precio a una parte del cuerpo, salvo el que establece el baremo oficial.
Por ejemplo, los deportistas que aseguran piernas o brazos lo hacen en el extranjero, con mejores condiciones fiscales. "Uno puede pedir a una compañía de seguros privada que le asegure lo que sea. Otra cosa es que la compañía acepte y que la póliza a pagar sea astronómica", indican fuentes de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), la mayor de Canarias, ahora asociada a Corporación Mutua, un ensamblaje de ocho mutuas con cobertura en todo el territorio nacional.