Curiosamente, la inspiración en que se basa esta pieza única procede de la misma piedra: un diamante de 11,8 quilates de la mayor pureza jamás utilizado por Montblanc. Ha sido necesaria toda la destreza de los artesanos de Montblanc y ocho años de trabajo para tallar sus 53 caras y engastarlo en la parte superior del capuchón.  

Este mismo dominio extraordinario de la técnica fue necesario para seleccionar con cuidado, uno a uno, los 15,6 quilates de diamantes y los 5,22 quilates de zafiros para producir el perfecto efecto de sombreado color rosa, partiendo del tono más oscuro al más claro, recordando el modo en que un artista de la antigua Roma reproduciría una fuente decorativa en el fresco de una villa.
 
La gran pericia y oficio de los artesanos de los atéliers de Montblanc es de nuevo patente en el diseño de esta estilográfica, cuyas curvas evocan las famosas estatuas que adornaban las villas romanas del Monte Celio. El clip termina en un delicado pétalo de zafiro rosa de 0.45 quilates.

Para finalizar, el plumín de oro macizo en forma de corazón y su grabado, rinden tributo al arte que consiguió que esta era dorada de la historia del Imperio Romano no se olvidara nunca. Fue un auténtico reto para los expertos artesanos de Montblanc pero el resultado está destinado a convertirse en un objeto clásico, un compañero de por vida para alguien muy especial. 

Esta exclusiva estilográfica hace crecer y enriquece la colección de ediciones limitadas de los artículos de escritura Montblanc, explorando nuevas dimensiones en el engastado de piedras preciosas y otros materiales nobles. Ha supuesto un desafío para los artesanos y los diseñadores de Montblanc, tanto estética como técnicamente, pero el resultado es una pieza única. La Monte Celio es un objeto de arte que se puede utilizar y está diseñado para resistir el paso del tiempo, al igual que las antiguas Termas de Caracalla, cuya majestuosidad sigue brillando a día de hoy.

MONTBLANC SE INSPIRA EN LA ANTIGUA ROMA PARA LA NUEVA ESTILOGRÁFICA MONTE CELIO
Al igual que las sublimes Termas de Caracalla, construidas en el mismo período en la ladera sur del Monte Celio y que deben su legendaria opulencia a la utilización de mármol de Carrara, granito y cerámica de todos los colores, esta nueva estilográfica de Montblanc es única tanto por sus joyas como por la técnica empleada por los expertos engastadores.
 
Junto con el Aventino, el Capitolino, el Palatino, el Esquilino, el Quirinal y el Viminal, el Monte Celio es una de las siete colinas de Roma al este del río Tíber. Es la inspiración que ha hecho posible una pieza única y extraordinariamente lujosa de Montblanc que se nutre del simbolismo de los frescos que decoraban las residencias romanas, a lo largo de las calles de esta aristocrática zona de la capital del imperio en la antigüedad.
 
Inspirados por los griegos, los antiguos artistas romanos decoraban estas casas con un refinado trabajo de cerámica que se aplica con el mismo rigor e imaginación por los 800 artesanos de Montblanc, cuyo talento ha convertido esta estilográfica en una auténtica obra de arte.

Imitando la utilización de la tésera, pequeñas piezas de cerámica que los artistas de la antigüedad iban ensamblando una a una, meticulosa y pacientemente, para crear un mosaico ya fuera en un patrón de cuadros blancos y negros o a todo color, representando frescos auténticos, los experimentados artesanos de Montblanc han distribuido con el máximo cuidado tanto diamantes como zafiros rosas para adornar este artículo de escritura en un estilo que recuerda la decoración de las antiguas villas.