El diseñador
Jean Paul Gaultier abandona la dirección artística tras siete años de la casa de
alta costura francesa Hermès por desavenencias con la familia, en especial con el hijo del señor
Jean Louis Dumas , recientemente fallecido. Será sustituido por
Christophe Lemaire, hasta ahora director artístico de
Lacoste y dará por concluida sus funciones con su desfile del próximo octubre en París. Hermès es el último ejemplo de los nuevos cambios: una marca exclusiva, de las escasas que sigue ganando dinero y generando un sustancioso beneficio, pero no es suficiente. Tras el fallecimiento de uno de los herederos —el señor Dumas, todo un caballero, un dandi de la vieja escuela para el que los pactos se hacían con la palabra, sin necesidad de papeles-, son muchos los familiares que quedan. Ahora, se han multiplicado las ansias por repartir beneficios, intercambiar acciones y transformar depósitos —ingeniería financiera de la que la moda tampoco se excluye, con lo que todo ello implica de cambio de mentalidad en una firma con la tradición e historia de Hermès.