El circuito puede ser considerado como urbano puesto que transcurre por las calles del puerto valenciano, pero presenta diferencias evidentes en sus planteamientos respecto a otros trazados de sus características, como Albert Park, en Melbourne, Montecarlo, en Mónaco, o el Gilles Villeneuve, en Montreal.
La referencia inevitable, por tratarse de un circuito instalado en un puerto, es la de Montecarlo. De hecho, uno de los alicientes del GP de Europa es que se podrá seguir, como en la cita monegasca, desde los barcos atracados en su dársena. Sin embargo, al margen de este detalle de exclusividad, el circuito de Valencia es bien diferente del otro mítico escenario urbano.
Aunque el tiempo de frenada de un Fórmula 1 en cada vuelta es muy similar (24 por ciento en Valencia frente al 22 por ciento de Montecarlo), la nueva pista española es muchíchimo más rápida. Tanto en lo que se refiere a la velocidad punta (315 km/h frente a 289 km/h), como especialmente en las otras zonas de alta velocidad del trazado. El Valencia Street Circuit cuenta con rectas más largas y también con curvas velocísimas, como la número 1 (que los mejores pilotos tomarán a casi 300 km/h), la 7 (de velocidad similar), la 11 (280 km/h) o la 21 (295 km/h según las simulaciones).
Además, el trazado valenciano es mucho más largo que el de Mónaco, con 5.440 metros frente a 3.340, y 25 curvas frente a sólo 12.
Por longitud, el circuito de Valencia es más similar al australiano de Melbourne, la carrera que prácticamente todas las temporadas se encarga de inaugurar el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Se trata de una pista trazada sobre un parque urbano y tiene 5.303 metros, unos cien menos que el español.