La historia
Hendrix, fallecido en 1970, quemó dos guitarras en conciertos. La primera, la Fender Stratocastar, fue dada como perdida durante más de 40 años. En la noche del histórico concierto en el Finsbury Astoria de Londres, que dejó al público y al equipo atónitos, Hendrix fue trasladado de emergencia a un hospital con quemaduras leves en sus manos tras el hecho, y la guitarra, un poco dañada en la parte superior, fue guardada por el bajista Noel Redding y enseguida escondida por el agente de prensa del cantante, Tony Garland, quien la guardó en el garaje de sus padres. Donde ha permanecido hasta ser descubierto el año pasado por el sobrino de Garland. A finales de 1967, Hendrix quemó otra guitarra en el Festival Monterey Pop, pero el instrumento no resistió a la 'performance'.
La Fender será pujada por el grupo Fame Bureau (especializado en objetos representativos de la historia del rock y del cine) y la Galería Idea Generation junto a otros objetos de valor histórico para el rock, tales como el último cuaderno con poemas y letras del vocalista del grupo The Doors, Jim Morrison, una batería de John Bonham (Led Zeppelin) y partituras del concierto 'We are the world', de 1985, firmadas por participantes como Michael Jackson, Stevie Wonder, Diana Ross, Bruce Springsteen y Bob Dylan.
El director de adquisiciones de Fame Bureau, Ted Owen, afirmó que Hendrix "marcó un divisor de aguas en la historia de los conciertos en directo al incendiar la guitarra". "Allí empezó una nueva era para la autopromoción. Fue el primero y el más exitoso hecho de un músico", completó Hector Proud, director de Idea Generation.