El Insignia, una embarcación perteneciente a la compañía Oceania Cruises.
Lo primero que observamos al entrar dentro del barco, es su estilo rococó. Destacan las maderas nobles, los sofás de pieles y los cuadros con grandes marcos. El barco, como todos los cruceros StarClass, es de tamaño mediano. En la recepción, para dar la bienvenida a los nuevos pasajeros, encontramos una violinista interpretando música clásica.
Otro de los puntos remarcables, es su estilo clasista. Es una percepción que uno siente al entrar en el barco, y que es uno de los puntos que más quieren remarcar Oceania Cruises. Un contrapunto, sería su estilo informal. A diferencia de los otros cruceros, donde por la noche hay que ir elegante o se realizan noches de galas, en los cruceros de la compañía Oceania Cruises no. Se prevee que el cliente tenga suficientemente gusto para vestirse, por lo que no hace falta obligarlos a vestirse de gala.
El estilo inglés de la compañía está presente hasta en los mínimos detalles. En la cubierta del barco, encontramos un termómetro que marca la temperatura en Grados Fahrenheit o una pista para practicar Croquet. Además, todas las estancias del barco guardan un cierto parecido a las estancias de los famosos clubs privados ingleses.
El barco destaca por el lujo en los pequeños detalles. La cubertería, cristalería y vajillas varía en cada uno de los cuatro restaurantes disponibles. Además, la decoración va en función del tipo de restaurante. Otro pequeño detalle, lo encontramos en la cubierta del barco. En la zona de la piscina y los jacuzzis, ofrecían copas de champagne con zumo de naranja como bebida refrescante.
Y es que el lujo está presente en todas partes, y siempre asociado a la palabra calidad. Estos pequeños detalles, los encontramos incluso en las bebidas. Entre las no alcohólicas, encontramos que únicamente de agua con gas se sirve Perrier, y de agua sin gas Evian. Entre las bebidas alcohólicas, el lujo está presente, en todo tipo de detalles, desde grandes y reconocidas marcas, hasta pequeñas marcas, de producción menor, pero de una calidad excelente.
La carta gastronómica es muy variada, al igual que la carta vinícola. Los cuatro restaurantes sirven comida muy variada, por lo que es difícil probar el mismo plato dos veces durante el crucero (lógicamente, si el pasajero no quiere). Para la demostración, realizamos un almuerzo donde pudimos probar varios platos de la carta.
Como entrante, patatas hervidas bañadas en aceite de oliva bañadas en caviar. De segundo aperitivo, langosta con fruta de la pasión y trufas. Después de los dos aperitivos, tomamos raviolis rellenos de queso Ricotta, ajo asado y salsa de tomate, bañados en salsa de Arágula. De segundo plato, filete de ternera rellena de verduras frescas y de ‘Foie Grass’. De postre, un magnífico pastel de chocolate.
Junto a las delicatesen culinarias, pudimos disfrutar de tres excelentes vinos. Dos Chardonnays para los tres primeros platos, y un vino tinto de San Francisco para la carne.
En conclusión, sí el idioma no es una barrera para ti, los cruceros StarClass, y en especial el Insignia, pues es el que más conozco, son ideales para poder disfrutar de todas las comodidades y el lujo de los grandes hoteles en el mar. Por lo contrario, si no dominas el inglés, no lo recomendamos, pues es el único idioma oficial del barco, y no podrás relacionarte ni con los empleados ni con los demás pasajeros.