Además, trece caballos incautados durante la última operación contra la mafia napolitana estarán a disposición de los agentes de los carabineros (policía militarizada) que patrullan sobre los equinos. El gobierno de Berlusconi decepcionado del poco dinero obtenido en las subastas por los vehículos y propiedades confiscadas a la mafia ha decidido sacarle mejor provecho con la utilización por parte de las fuerzas del estado.