Desgravarse más de 5.000 euros, ahorrar al menos 9.000 euros al año, lo que suma una cantidad nada despreciable de 36.000 euros en cuatro años y permite pedir una hipoteca y afrontarla con unas mínimas garantías. Ese era el objetivo de las cuentas vivienda, un proyecto que obligará a muchos españoles a comprar casa este año o a devolver importantes cantidades de dinero. El último día de este año, el 31 de diciembre de 2010 caducan más de 100.000 cuentas vivienda. Es decir, cerca de 100.000 personas o familias tendrán que decantarse entre pedir una hipoteca y comprar un inmueble o devolver las ayudas y los intereses acumulados durante los últimos cuatro años. La decisión se presenta compleja debido a la situación de incertidumbre económica, a no ser que el Gobierno prolongue otro año más, hasta el 31 de diciembre de 2011, la moratoria que ya concedió a las personas cuyas cuentas viviendas vencían en 2008 y 2009. Esta posible segunda prórroga es lo que piden algunos partidos.