Una delegación formada por más de 200 empresarios chinos y encabezada por el ministro de Comercio, Chen Deming, ha cerrado contratos por valor de 8.000 millones de euros, con empresas alemanas. En su plan de aperturismo también tienen previsto invertir en Suiza, Gran Bretaña y España, donde las empresas chinas también quieren cerrar acuerdos de compra en ámbitos afectados por la crisis como los sectores del automóvil, la fabricación de maquinaria o la electrónica.