El hotel de superlujo Atlantis de Palm Jumeirah, la primera isla artificial estrenada de las tres que se van a abrir en Dubai, se llenaba de celebrities de todo el mundo, en una macrofiesta con un coste superior a los 30 millones de dólares en la que no faltó hasta un concierto privado de Kylie Minogue, en el que interpretó diez de sus mejores canciones, fuegos artificiales, y un menú compuesto de langosta, ostras, sushi y los mejores caldos y licores para la inauguración más espectacular del año.