Ayer viví una de las experiencias más especiales que he tenido como fan de la música. Ballantine’s organizó la segunda edición de su Open Studio y tuve la suerte —y el privilegio, porque así lo sentí— de estar entre los 100 primeros fans que accedimos al ensayo abierto de Carolina Durante en Madrid. Para alguien como yo, que lleva años siguiéndolos, escuchando sus discos en bucle, emocionándose con sus letras y viendo cómo han crecido desde sus primeros conciertos en salas pequeñas hasta convertirse en una de las bandas más importantes de la escena indie española, esto fue directamente un sueño.