En 2005, tras 15 años de dirección conjunta y propiedad compartida, Katherina Brechbühler asumió la titularidad de Glycine. El padre siguió no obstante siendo un pilar importante y un valioso asesor de la empresa, gracias a sus amplios conocimientos y gran experiencia. A Hans Brechbühler le fascinaban por igual la técnica de los relojes y el comercio. Sin embargo, no estaba interesado sólo en el negocio, sino también en las personas que lo componían. Sus excepcionales conocimientos lingüísticos le abrieron las puertas a conocer a personas de todo el mundo. Para muchas, él no era simplemente un socio comercial, sino también un amigo.
El fallecimiento de Hans Brechbühler supone para Glycine y la industria relojera la pérdida de una personalidad comprometida y versada. Nació el 23 de agosto de 1927 en Zúrich y falleció el 19 de junio de 2010 en su hogar en Mörigen, próximo a Biel.