Al esplendor del segundo Imperio, él opondrá la invención y el encanto.
Cierta clientela elegante, la que crea las modas, sabía que sólo en Casa Boucheron podía encontrar joyas únicas, dando una gran reputación al joyero que pronto tuvo que aumentar su capital y ampliar su joyería.
En la Exposición Universal de 1867 le concedieron su primera medalla de oro.
En 1893, Frédéric Boucheron se instala en place Vendôme.
En 1901, funda una sociedad colectiva formada por Georges Radius, François Aubert, René Huot, y él mismo. En ese año decidió también asociar a su hijo Louis (nacido en 1874) a sus negocios.
Frédéric Boucheron muere en 1902.
Entonces Louis Boucheron se encarga de la suerte de la Casa.
En 1903, abre una sucursal en Londres, en 1905 en Lieja y en Milán, en 1907 en Madrid.
A principios de los años 1920, Boucheron se lanza en la fabricación de relojes de joyería, poniendo piedras alrededor de la esfera.
En 1936, Louis Boucheron hace llamar a sus dos hijos, Fred y Gérard, que a partir de ese momento formarán parte del consejo de la empresa. Se ocuparán de la participación de la Casa en la Exposición Universal de 1939 en Nueva York, que abrió sus puertas en el momento en el que estalló la Segunda Guerra Mundial.
Fred y Gérard son reclutados.
Hasta su muerte, en 1959, Louis Boucheron dirige a distancia su Casa.
En 1962, Fred Boucheron, debilitado por la guerra, dimite y vende su parte a Gérard, padre de Alain. Este último le releva después de sus estudios de gestión en los Estados Unidos.
Boucheron ha sido de nuevo comprado por LVMH en el 2000 después de haber pertenecido a la sociedad bacilense Schweitzerhalle, fabricante del perfume Boucheron.