Transmitido en directo a todo el mundo y con más de 200 invitados seleccionados, que desfilaron por su alfombra roja entre las notas de la banda oficial de la presidencia y la guardia del Kremlin, desplegada con el uniforme gris de la Rusia zarista.
La reinauguración, inicialmente prevista para 2009, tuvo que ser pospuesta varias veces.
Los trabajos han intentado recuperar la acústica original de la sala, que se había perdido en gran medida debido a las sucesivas reformas durante la era soviética.
Se ha reconstruido la decoración original de la reconstrucción de 1856, incluyendo trabajos de artesanía especializados.
La capacidad de la sala se ha reducido a 1740, en lugar de las 2100 que llegó a tener en la etapa soviética, en la que el auditorio se utilizó para actos políticos del Partido Comunista. La hoz y el martillo soviéticos colgados durante décadas sobre la fachada principal, así como sobre el antiguo palco imperial, han sido reemplazados por el águila bicéfala del escudo original de armas de Rusia.
Durante la reconstrucción, la actividad de la compañía del Bolshói ha continuado en el Nuevo escenario, habilitado en un edificio aledaño, o en el teatro del Palacio del Kremlin.
La gala en ocasión a la reapertura de la sede histórica del Teatro Bolshoi tras una larga renovación de 6 años, contó con un público selecto, integrado por conocidos políticos, empresarios y artistas. Los espectadores pudieron valorar las capacidades técnicas del renovado escenario, donde los artistas del Bolshoi interpretaron fragmentos de las producciones estrella del legendario Teatro. El espectáculo culminó con el Adagio de “El lago de los cisnes”, protagonizado por Svetlana Zajárova y Andréi Uvárov.
La gala comenzó con el coro “Slavsia” de la ópera rusa “Iván Susanin” de Mijaíl Glinka. El número fue ambientado como un solar en construcción con los coristas disfrazados de obreros. Después, el ballet del Bolshoi ofreció un fragmento de la “Cenicienta” de Prokofiev, seguido por el aria de Juana de Arco de “La doncella de Orleans” de Chaikovski, interpretada por la célebre soprano lituana Violeta Urmana. Los números siguientes fueron la Polonesa de la ya mencionada “Iván Susanin” y una escena del ballet “Espartaco” de Aram Jachaturián, con Iván Vasiliev (en la foto), el Espartaco más joven en la historia del ballet mundial.
El famoso barítono Dmitri Jvorostovski interpretó el aria de Eletski de “La dama de picas”.
El número siguiente fue otra vez ambientado en Francia dado que en el escenario aparecieron los personajes del ballet de Borís Asafiev “Las llamas de París”, coreografiado por Alexéi Ratmanski, con Natalia Ósipova (en la foto) como Jeanne.
Después, el público vio las Danzas Polovetsianas de “El príncipe Ígor” con el antiguo telón con los símbolos soviéticos (la hoz y el martillo) utilizado como fondo.
Los solistas del ballet Nina Kaptsova y Pável Dmitrichenko protagonizaron el “Tango” de “La edad del oro” de Shostakóvich.
El final de la gala todos los artistas del Bolshoi salieron al escenario al son de "La marcha de la coronación" de Chaikovski.
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El Bolshoi, el mejor teatro del mundo.
El Bolshoi
La compañía de teatro Bolshoi fue fundada en 1776 por el príncipe Piotr Urúsov y el empresario inglés Michael Maddox. Después de tres años de presentarse en un recinto privado, en 1780 Maddox construyó un nuevo teatro en la calle Petrovka (Teatro Petrovsky), donde se mantuvo hasta el incendio que destruyó al edificio en 1805. El edificio actual, construido en 1825 sobre los restos del Petrovsky, y diseñado por el arquitecto Ósip Ivánovich Bovet es el segundo más grande de Europa, después de La Scala de Milan.
En aquel tiempo, todos los teatros rusos eran de propiedad imperial. Tanto en Moscú como en San Petersburgo había un teatro dedicado a la ópera y el ballet y otro al teatro hablado (comedias y tragedias). Los teatros de ópera eran conocidos como «Gran Teatro» (Bolshoi en ruso), y los de drama eran el «Pequeño Teatro» (Maly). El Bolshói de Moscú fue conocido originalmente como Gran Teatro Imperial de Moscú, mientras que el de San Petersburgo era el Bolshoi Kameny Teatre («Gran Teatro de Piedra»), y fue el predecesor del actual Teatro Mariinski.
El teatro de Moscú fue inaugurado el 18 de enero de 1825 con la representación del ballet del catalán Fernando Sor, Cenicienta. En un principio, el Teatro Bolshói era un foro exclusivo para el arte ruso; las óperas presentadas servían como contrapeso a la fuerte influencia italiana del siglo XIX. Entre los compositores predilectos estaba Mijaíl Glinka. Actualmente, toda temporada teatral comienza con una ópera de Glinka. A partir de 1840 comenzaron a introducirse obras de compositores extranjeros. Un incendio de 1853 causó grandes daños. El arquitecto italiano Alberto Cavos (hijo de un compositor de ballets, muy conocido en Rusia, Catterino Cavos) llevó a cabo la reconstrucción, que culminó con la reapertura en 1856.
Tras la revolución rusa, el teatro fue rebautizado como Teatro Estatal Académico Bolshói, denominación que conserva en la actualidad. El edificio resultó dañado en la Segunda Guerra Mundial, pero fue rápidamente reconstruido.
Fuente: Wikipedia, Rusia Hoy
Fotos: Mikhail Kolobaev, ria.ru