El retrato, para el que se cree que posó como modelo Orsetta, la hija pequeña de Tiépolo. El artista que nació en Venecia y murió en Madrid, fue pintor y grabador, y se le considera el último gran pintor del Barroco. Llamado por el rey Carlos III de España a principios del año 1762, se traslado a Madrid, donde su tarea principal fue decorar al fresco varios techos del Palacio Real. Sus principales trabajos en Madrid son los frescos del Salón del Trono del Palacio Real y una serie de cuadros para el altar de la iglesia de San Pascual de Aranjuez.