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El Garraf es famoso por sus cuestas, sus playas y sus abruptos acantilados; ocupa una extensión de 12.820 hectáreas y esta delimitado por las comarcas del Baix Llobregat, Garraf y Alt Penedès. Aquí podremos escoger de que manera relajarnos; tenemos la opción de aproximarnos a las técnicas más avanzadas de relajación y meditación orientales, ya que en medio del parque natural se sitúa el templo budista del Palau Novella, o si lo preferimos, podremos relajarnos realizando actividades como senderismo, sentarnos a escuchar el sonido del mar, realizar escalada, pesca, o paseos por un entorno natural que nos brindará sus bosques, su macizo, sus playas y sus acantilados
Subiendo por una carretera de curvas y cuestas, dejando atrás el mar Mediterráneo, podemos acceder hasta el pequeño núcleo de La Plana Novella; aquí encontraremos una antigua casa indiana convertida en un templo budista. La comunidad budista que habita allí, a través de sus rezos diarios y sus ejercicios de yoga, reiki y meditación se transportan cada día a esta dimensión de la que hablábamos antes, donde cuerpo y mente se funden en perfecta harmonía.
Nada más llegar, una de las primeras imágenes que vemos es una especie de cúspide con dos enormes ojos que nos dan la bienvenida junto a una sucesión de banderas tibetanas con plegarias budistas; si seguimos hacia delante, veremos unos rodillos que están rellenos de toda una serie de materiales energéticos, con un gran valor tanto espiritual como simbólico, ya que representan la “mente iluminada”. Podemos generar energía positiva moviendo estos rodillos que se llaman estupas.
Los budistas, han desarrollado a través de los siglos técnicas de meditación y relajación, convirtiéndolas en una auténtica disciplina. Sus meditaciones son una forma de trabajar la mente para hacer aumentar la capacidad de consciencia y positividad de las personas que lo practican.
Para aquellos que no sean muy dados a la técnicas de meditación procedentes de oriente, existe otra opción más mediterránea y simple para relajarse, y es la de ir a alguna de las calas del Garraf a pasear, pescar o simplemente observar el mar y su entorno. En este lugar el sol aparece por el mar, bañando con una luz dorada sus aguas y sus rocas; por la tarde no tendremos una puesta de sol tan espectacular porque el sol desaparece tímidamente cayéndose por el punto más alto del Garraf: La Morella.
Recomendamos visitarlo para disfrutar de su paz en cualquier época del año; pero si buscamos relajarnos, deberemos evitar ir durante el día en verano; en esta época la playa se llena de bañistas procedentes de Barcelona, ya que hay una parada de cercanías a pocos metros de su cala principal. El resto del año la pequeña playa de Garraf es un lugar apacible, dónde van surferos en invierno a surcar sus olas, los escaladores ascienden por sus rocas y algunas personas van expresamente a disfrutar de la calma que emana este lugar.
Redacción: Montserrat Marin Raffo - Luxurynews