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En gran Roque tanto posaderos como lugareños conviven en sus tranquilas calles de arena blanca , y casi todos ellos viven directa o indirectamente del turismo. Las posadas de Gran Roque son llevadas en su mayoría por extranjeros que residen en la isla desde hace mucho tiempo. Sorprendía ver el grandioso número de Italianos que han establecido su residencia allí porque literalmente se habían enamorado del lugar.
Cada día en el pequeño muelle de Gran Roque, los lancheros esperan a los turistas para llevarlos hacía las islas, cayos, o bancos de arena en los que a menudo no hay ni una sola persona; cuando viajas a los Roques lo común es pasar el día disfrutando en una, o dos playas y pactar una hora de recogida con el lanchero.
Por lo general las playas de los Roques son tranquilas, pese a que alguna vez te puedes encontrar a algún que otro turista un tanto molesto que accede a la isla en yate con la música a todo volumen y un tanto ebrio, aunque lo normal es que la paz se respire en cada rincón del archipiélago.
Una de las cosas imprescindibles en los roques es hacer snorkel, ya que su riqueza marina es indescriptible, y es toda una experiencia poder disfrutar de ella; también se pueden contratar excursiones de buceo por el archipiélago.
Los amantes de la gastronomía harán sus delicias con la gran variedad de pescado fresco que se puede consumir en la isla, y podrán disfrutar de langostas durante su temporada de pesca.
Después de nueve días en los Roques di por finalizado mi aventura por Venezuela, un país al que fui con mucho respeto y del que me acabé llevando muy buen sabor de boca.
Algunos consejos prácticos:
•Existen diversas alternativas para llegar a los Roques, dos compañías operan vuelos diarios desde Caracas, pero muchas veces suele suceder que los vuelos de ambas compañías están llenos o que simplemente los cancelan, y hasta dentro de varios días no se puede conseguir pasaje; si ocurre esto lo más práctico es buscar a otros turísticas que estén en la misma situación y fletar en el mismo aeropuerto un avión privado, cuyo precio final es similar al de las compañías aéreas.
•No te olvides de visitar Cayo Pirata, el lugar donde viven los pescadores que viven de la pesca de la langosta.
•Intenta llevar aprovisionamiento, ya que comprar en la isla resulta especialmente caro.
•Es un ecosistema bello pero muy delicado, hay que respetar muchísimo sus playas ya que los corales, estrellas y erizos de mar son muy frágiles.
Redacción: Montserrat Marín Raffo - Luxurynews