Cierto es que atrae por sus playas, la belleza de sus calas, su extraordinaria gastronomía y ambiente en los días calurosos. Pero hemos querido ir más allá y descubrir sus otros tesoros.
Decidimos ver la cara oculta de la Costa Brava a bordo de un MINI. Durante cuatro jornadas pudimos conocer algunos de los pueblos con más encanto y más marineros, como Sa Tuna, Sa Riera, Begur, Palamós; sin olvidarnos de sus pueblos de interior, Pals, Ullastret, Peratallada Sant Feliu de Boada, entre otros; todos parecidos y a la vez diferentes y únicos con su propio encanto.
A pesar de visitar la Costa Brava en pleno verano y en temporada alta, disfrutamos de emocionantes jornadas y agradables veladas nocturnas, como lo fue cenar en el castillo de Begur, contemplando el espléndido paisaje que se extiende ante nuestros ojos desde su base hasta el horizonte.
También hemos podido disfrutar de sus extraordinarias playas y sus bellísimas calas, a algunas de las cuales sólo se puede llegar, o es más emocionante llegar, por el Camino de Ronda. Un camino que se abre paso entre el mar y las rocas, permitiéndote descubrir rincones donde sólo puedes llegar a pie. Además, alejado de las grandes masificaciones, lo que permite encontrar obras de arte creadas únicamente por la Tramuntana y el oleaje.
No podemos olvidar uno de los yacimientos iberos más grandes que quedan en Catalunya, el Poblat Ibéric d’Ullastret. Con un museo en la colina del poblado rodeado de las ruinas de esta antigua civilización, resulta increíble tener la oportunidad de contemplar la historia llena de vida de la Costa Brava.
En nuestro caso hemos visto y reencontrado algunos de estos bellos parajes, a veces olvidados, recorriendo con nuestro MINI Cooper S 5 puertas el trazado de cada una de sus carreteras más remotas y sus fantásticos pueblos. Una experiencia inolvidable y altamente recomendable para hacerlo solo, acompañado o en grupo.
Escrito por, Alexandra Cuquet
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