Demasiados cuentos diarios de vivencias que no son nuestras. ¿No preferís una historia basada en hechos reales? La aventura en familia perfecta, la que combina todas aquellas cosas que vienen en los libros de mesilla las tiene Malasia. Un viaje con niños para vivir con los que más quieres y disfrutar de cada uno de sus encantos, de sus actividades, de sus misterios. Desde las alturas de las torres Petronas en Kuala Lumpur, hasta zambullirnos en canoa en mitad de la jungla o imitar a los monos tomando el sol en el Parque Nacional de Penang… Esto, por no nombrar las actividades en las paradisiacas playas de Langkawi. Es hora de vivir Malasia con niños. Es momento de escribir nuestro propio cuento.



¡Una mega ciudad! ¿Imaginas contemplarla desde el cielo? Pues en Malasia este tipo de cosas se pueden hacer. Kuala Lumpur se extiende bajo nuestros pies a 170 metros de altura en las famosas Torres Petronas haciendo sentir a los más pequeños como el Spiderman Alain Robert. Una ciudad de rascacielos que aguarda muchas sorpresas como el Kuala Lumpur Bird Park, que alberga más de 3.000 pájaros de aproximadamente 200 especies distintas.



De una gran metrópoli a uno de los lugares más históricos del país. Malacca, el sitio perfecto donde admirar la confluencia de culturas de Malasia. Una lección insitu completa y maravillosa donde los niños quedarán asombrados al ver la combinación perfecta del pasado de unos y otros: un molino de viento holandés a pocos pasos de una mezquita malaya y a tan solo unas calles del templo budista más antiguo del país. ¡Menudo clase de historia!



¿Nos metemos de lleno en la jungla? Taman Negara se encuentra en el interior del país y es uno de los bosques tropicales más antiguos del mundo; un auténtico tesoro natural lleno de especies como el elefante asiático o el tigre malayo. Un recorrido precioso hasta el monte Teresek, poniendo nuestra vista en el puente de Canopy, el más largo del mundo, con 500 metros de longitud. ¡Es momento de darse un baño en el río Tahan! Experiencia única para toda la familia que tiene su punto culmen con la visita a la comunidad de los indígenas Orang Asli… ¿Alguien da más?



Pues las aventuras no terminan aquí. De un paisaje de película a otro totalmente distinto; pero igual de emocionante. Colinas verdes frondosas y campos de té se extienden en Cameron Highlands. Aún con su sabor presente, en el camino que nos lleva a Georgetown, nos encontramos con el zoológico de Taiping, un lugar donde ver a los animales en un espacio natural abierto, para llegar después a la ciudad, con un amplio legado cultural y un sinfín de actividades para los más pequeños. ¿Ejemplo de ello? La playa de los monos en el Parque Nacional de Penang. ¡Apuesta segura!



Parques protegidos y playas de ensueño que nos encontraremos en LangKawi, 99 islas de magia pura que combinan a la perfección unos días en familia, relax y actividades acuáticas disfrutando del mar. Un viaje al que se suman atardeceres que se confunden con paletas de colores, experiencias de las que se viven y no se olvidan. Malasia en familia es el viaje del cuento perfecto.


Aquí empieza tu “Érase una vez…”