Si te alojas en una de sus villas tendrás a tu disposición un pequeño jardín privado y unas espectaculares vistas al Océano Índico. La decoración es otro de los fuertes de este hotel. Moderna y con toques africanos.
La revista Condé Nast Traveller le ha premiado durante varios años como uno de los mejores hoteles de África. En su excepcional Spa podemos probar el Coconut husk, un tratamiento en el que primero te exfolian con piel de coco y luego te aplican su hidratante leche, para terminar con dos masajes: uno corporal con aceite de coco y otro de cabeza con técnicas indias.