Esta berlina de gran lujo, ha sido concebida para ser disfrutada básicamente desde los asientos traseros, aunque os podemos asegurar que es una delicia conducirlo, pues no es solo un coche que se conduce, sino que además se siente gracias al derroche de potencial que es capaz de ofrecer.
Si retrocedemos al pasado, y buscamos los orígenes de este Bentley, los encontraremos en el año 1980, cuando la marca creó este modelo como sustituto del que hasta entonces era el icono de la marca, el T2, y dejó de producirse en el año 1992. Debe su nombre a la recta del mítico Circuito de LeMans, donde en los años 20, Bentley consiguió allí 5 títulos a manos de sus intrépidos pilotos que con coches de la época “volaban” en el trazado francés.
Fue en el concurso de Pebble Beach, en agosto del 2009, cuando la marca de Crewe, decidió retomar la fabricación del Mulsanne, así que en el 2010 lo presentó de nuevo en sociedad. Posteriormente, en septiembre de 2014, Bentley dedice elevar al máximo la expresión del Mulsanne, con la creación de esta versión tan exclusiva como lo es el Speed.
Este nuevo Mulsanne no solo lo han mejorado, con algunos toques estéticos, sino que lo han dotado interiormente, con un elenco de tecnología digno de una nave espacial así como de nuevos elementos de confort.
La carta de los 25 colores de serie que se pueden escoger, ha sido ampliada en cuatro más para la versión Speed, por lo que nombres como Spectre, Candy Red, Camel o el Marlin de esta unidad de pruebas, son tonos que le confieren un toque más que elegante si cabe a esta belleza. De forma opcional, se puede optar a una gama de 100 colores para exclusivizar de forma única tu Bentley.
Las líneas del Mulsanne, todo aquello que realza su figura en el exterior, se consigue gracias a un exclusivo tratamiento que Bentley ha conseguido llevar a cabo con las aleaciones de aluminio con las que fabrica su coche, calentando el aluminio y dándole forma mediante aire comprimido, consiguiendo así ángulos más marcados y una imagen mucho más dinámica y actual.
El frontal es precioso, e imponente allí por donde se mire, no solo gracias a la enorme parrilla cromada que para esta versión está tindada en negro, sino también por dos enormes faros de tecnología led que presiden en los laterales de la parte delantera. En la trasera, encontramos dos pilotos también con tecnología led, que forman tres óvalos, similares a las salidas de escape, situadas en la parte más baja de la zaga.
Abrir cualquiera de las cuatro puertas de este coche, es como entrar en otra dimensión, donde el lujo se ha llevado a su máxima expresión y en la que cada detalle es exclusivo, donde se respira un aire de sobriedad y elegancia contemporánea propia de un coche que está fabricado de forma artesanal.
En el interior, esta versión dispone de elementos que forman parte de la Mulliner Driving Specification, como los paneles de las puertas y los asientos en piel acolchada con motivos en forma de rombo, revestimiento de piel en relieve, emblema Bentley bordado en todos los asientos, acabado troquelado en el interior de los tiradores de las puertas, moleteado del selector del cambio y los controles de ventilación en forma de registros de órgano o los pedales deportivos perforados de aleación.
Las pieles, son escogidas de animales de una sola granja, cuyo cuidado y tratado se ve reflejado en los asientos, así como en todos aquellos elementos que van recubiertos de piel, cuyas costuras se hacen a mano. Todas las molduras de madera que se utilizan para cada uno de los interiores del Mulsanne, están trabajadas a partir de una sola pieza, y son talladas por ebanistas que las adaptan al interior de cada uno de los coches, por lo que cada uno es totalmente exclusivo. Os podemos contar que Bentley emplea 120 horas en trabajar la piel, 70 horas en tallar y adaptar las maderas nobles del interior o 120 horas en ensamblar el motor. Todos estos detalles son llevados a cabo de forma manual y artesanal, lo que confieren que en conjunto hablemos de un coche de autor.
Acomodados en el butacón del conductor, que al igual que el resto de asientos cuenta con múltiples reglajes eléctricos, así como de ventilación de aire frio o caliente y un sistema de masajes, seguimos observando los innumerables detalles que hacen del Mulsanne un coche único e inigualable.
En memoria a sus antecesores, encontramos en el centro del salpicadero tres relojes, que son los encargados de indicarnos el nivel de combustible, la temperatura del motor y la hora, el resto de la información, la encontramos en el precioso cuadro de mandos así como en la pantalla de 7” que emerge del centro del salpicadero, que además de proporcionarnos diferentes aspectos de configuración del coche hace a la vez de navegador cuya cartografía proviene de Google Maps. Desde esa pantalla, se puede controlar también un potente equipo de sonido firmado por Naim que dispone de 2.200 vatios de potencia y 14 altavoces, que convierte el interior de este coche en una verdadera sala de audición rodante, ayudado si cabe por el aislamiento acústico que poseen los cristales, así como el teléfono, o la configuración de diversos parámetros del coche como sus modos de conducción entre los que encontramos Comfort, Bentley, Sport o Custom.
Verdaderamente, este sedán está pensado para ser disfrutado, no por quien lo conduce, sino desde los asientos de atrás, por lo que a los ocupantes se les ha dotado de un panel de mandos situado en el reposabrazos trasero. A través del cual tienen el control del sistema multimedia situado en sendas pantallas acomodadas en los reposacabezas delanteros, pudiendo con un mando controlar la navegación del coche, así como el audio o un sistema de entretenimiento para poder visionar películas o conectar una consola de videojuegos.
Opcionalmente, podemos encontrar dentro de su equipamiento elementos que pueden llegar a convertir el Mulsanne en un despacho como las mesitas traseras adaptadas para dos IPAD con teclado, o el sistema WiFi en el interior del coche. Un detalle muy exclusivo que esta unidad de pruebas llevaba era una nevera con dos copas de cristal talladas a mano.
El corazón que anima al Mulsanne es el motor que la marca viene utilizando casi desde sus inicios, pero puesto al día en temas tecnológicos. Así, el V8 de 6.75 litros, cuenta con bloque y culatas en aluminio, inyección directa y dos turbocompresores de bajo soplado con los que desarrolla una potencia de 537 cv. y ofrece un par motor de 1.020 Nm.
Sus prestaciones son más la de un deportivo biplaza que las de una berlina de gran lujo como es el caso. Acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4, 9 segundos y es capaz de lanzarse hasta los 305 km/h.
Este motor, unido a la caja de cambios ZF de 8 relaciones convierten la conducción del Mulsanne en algo tan placentero que no requiera prácticamente esfuerzo, y le otorga unas prestaciones dignas de algunos de los mejores deportivos del mundo, pues las cifras de velocidad máxima y aceleración teniendo en cuenta que todo el conjunto pesa casi tres toneladas, son de admirar. Las cifras de consumo, son bastante contenidas, y se habla de un promedio de 14,6 litros a los 100 Km, algo que se puede conseguir con el sistema de desconexión de 4 cilindros, que se activa cuando viajamos en la marcha más alta a velocidades de crucero.
Entrados en nuestra prueba, escogimos diferentes escenarios para la realización de la misma, con el fin de poder comprobar, todos los aspectos dinámicos y técnicos de este Bentley. Para ello, estuvimos circulando por Barcelona, entre el tráfico, para ver con la soltura con la que se mueve un coche que talla más de 5 metros y medio de longitud.
Superada la prueba de conducción por ciudad, a la mañana siguiente y tras sacar al Mulsanne de nuestro parking, gracias a la inestimable ayuda de la cámara trasera y los sensores de aparcamiento, nos dirigimos a la autopista, para comprobar durante algunos kilómetros, lo que se siente al volante de un palacio rodante, en el que cualquier ruido que provenga del exterior es ajeno a nosotros, pues gracias al trabajo y elementos de insonorización, tan solo escuchamos la música que proviene del sistema de sonido NAIM.
Tomamos ruta a una carretera que nos encanta, la del Pantano de Foix, ya que en ella, puedes conducir por un trazado en el que reinan las curvas pequeñas y reviradas, y por la que el paisaje que ofrece es digno de admirar, y más si lo haces con un Bentley Mulsanne.
Una vez más comprobamos con el modo sport activado y la suspensión de dureza variable en su tarado más firme, la agilidad del conjunto, la soltura con la que se mueve teniendo en cuenta el peso y el volumen de un coche que no está pensado para este tipo de trazados, pero que perfectamente puede afrontar sin perder o mermar en momento alguno la comodidad que debe proporcionar a sus pasajeros ofreciendo a la vez un toque de deportividad que te lleva hasta el séptimo cielo por el sonido que brama por sus escapes cuando decides hundir el pie en el acelerador.
El aplomo, aún no siendo un coche de tracción total como sus hermanos menores, los Continental GT y el Flying Spur, y gracias sobre todo a la carrocería de aluminio, sigue siendo asombroso y permite que puedas llevar a cabo alguna diablura tras el volante, teniendo siempre en cuenta, que te avala la garantía de un comportamiento dinámico más propia de un Gran Turismo que no en una limusina como quizás lo es el Mulsanne.
El equipo de frenos compuesto por unos discos ventilados de 400 mm para el tren delantero y de 370mm para el trasero, son capaces de detener los casi 2.800 kg de lastre de forma contundente.
Otro de los elementos que sustentan al Mulsanne, son sus preciosas llantas de 21” que montan unos preciosos zapatos en medidas 265/40/21cuya capacidad de agarre y tracción es sorprednete.
Tras disfrutar durante unos minutos del brío del poderoso motor V8, nos dirigimos de nuevo a un escenario en el que encontramos para fotografiar junto a nuestro Mulsanne, algunos de los yates más lujosos del mediterráneo, en el puerto deportivo Vilanova Grand Marina y donde pudimos disfrutar de una preciosa puesta de sol.
Resumir en estas líneas lo que se siente al volante del Bentley Mulsanne Speed, no es tarea fácil, ya que cuando pruebas uno de los coches más exclusivos y lujosos del mundo, gracias en este caso al Concesionario Oficial Bentley Barcelona, CarsGallery, son tantas las emociones que se sienten que son difíciles de transmitir.
Gracias a esta prueba, hemos conseguido apreciar muy de cerca, lo que es conducir un coche de autor, una pieza de lujo que cuya fabricación es totalmente artesanal, y que ha sido adaptada a la la vanguardia del exigente mercado al que va dirigido.
Ahora, tras esta prueba, nos sentimos sencillamente afortunados por haber conducido uno de los iconos del mundo del motor.
Escrito por, Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
- Cars Gallery – www.carsgallerybcn.com
- Vilanova Grand Marina – www.vilanovagrandmarina.com
FOTOGRAFÍAS
- Cristobal Arjona
- Miguel Angel Solá
FICHA TÉCNICA
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