La forma más tradicional de iluminar una piscina es mediante el uso de lámparas empotrables, que se colocan tanto en su interior como bordeando los contornos. Instalar empotrables dentro de la piscina, además de decorativo y placentero para la vista, es realmente útil para poder disfrutar de un agradable baño nocturno. Para garantizar la seguridad de los bañistas, las luminarias que se instalen deben tener un índice de protección IP68 (índice de protección contra agua y cuerpos sólidos) que nos indica que son lámparas totalmente protegidas y preparadas para inmersiones prolongadas en el agua. Actualmente existen empotrables de LED RGB que permiten crear ambientes diferentes y muy originales que, a través de un mando a distancia ofrecen la posibilidad de elegir entre varias tonalidades de luz.
Por su parte, los empotrables que se colocan alrededor de la piscina cumplen una función muy clara: señalizar y delimitar la zona de agua e imprimir un toque de modernidad al jardín. En ambos casos, tienen la gran ventaja de que su instalación es sencilla y no requieren un mantenimiento continuo.
Si además de iluminar queremos dar un toque alegre y original a la piscina, las lámparas flotantes son la solución ideal ya que generan efectos lumínicos según el color elegido.
Estos modelos flotan y se desplazan sobre el agua creando un juego de luces muy impactante. Además, están fabricadas con polietileno, un material aislante que permite disfrutar de ellas sin ningún tipo de riesgo.
Funcionan con baterías recargables que garantizan una duración de entre 6 y 8 horas.
Es muy importante tener en cuenta la iluminación de los alrededores de la zona de agua. Dependiendo de la extensión que ocupa la piscina y del ambiente que se quiere crear, se elegirá un tipo de luminarias u otro. Hay soluciones y modelos para todos los gustos y economías.
Algunas sugerencias:
Podemos utilizar apliques de pared como transición entre la zona de jardín-piscina y el acceso a la casa.
Si lo que queremos es dar un toque de luz a la zona de descanso del jardín, se instalarán sobremuros que, además, enmarcan y delimitan perfectamente las superficies.
Para el camino colindante a la piscina, para señalizar el paso y mejorar la seguridad del jardín, las balizas son muy adecuadas.
Con una buena iluminación, podemos conseguir que la piscina y sus inmediaciones destaquen y se conviertan en el centro vital y más acogedor de la casa durante los próximos meses.
Fuente: Faro Barcelona