Han pasado siete años y cuatro meses, 146 carreras, desde aquel Gran Premio de Hungría de 2014, la última vez que Fernando Alonso pudo subirse al podio. Y el circuito de Losail ha sido el escenario en el que, y no lo hizo de casualidad, el piloto español ha conseguido subirse al tercer cajón del Premio de Qatar. No se aprovechó de las desgracias ajenas, ni tuvo un golpe de suerte. Simplemente a base de velocidad, estrategia y riesgo logró colarse entre los inalcanzables Mercedes y Red Bull. Un podio a la altura de su leyenda.