Los diamantes negros o diamantes carbonatados son una excepción que únicamente se hallan en dos puntos muy concretos de nuestro planeta, Brasil y en la República Centroafricana. Esencialmente, los diamantes negros son agregados policristalinos de pequeñísimos diamantes, altamente porosos, con inclusiones radioactivas y con una luminiscencia muy peculiar. A día de hoy, su origen sigue siendo una hipótesis que genera controversias, pero la que más fuerza ha cogido es la de una procedencia espacial.