La heladería Bodevici abrió sus puestas en el barrio de Gracia de Barcelona de la idea de un emprendedor, soñador y amante de los helados, Jordi Rivera, con el ideal de ser completamente artesanal y ecológica, utilizando productos de proximidad y comercio justo. Y diez años más tarde además se ha convertido en la primera de Europa que no genera residuos, ofreciendo así, una experiencia de compra 100% sostenible y muy deliciosa.