Consejos para la puesta a punto de la piel para lucirla en todo su esplendor y evitar los efectos nocivos del sol. El primer paso es realizar un Peeling corporal, utilizando dos tipos de exfoliantes, un scrub para el cuerpo y uno menos agresivo para el rostro. Si tienes la piel demasiado sensible, es aconsejable utilizar un peeling enzimático. La aplicación del peeling corporal se realizará mediante movimientos suaves, circulares y ascendentes, empezando por los pies, tobillos y rodillas, con lo que conseguirás favorecer el riego sanguíneo. También es recomendable realizar en todo el cuerpo un drenaje linfático. En el peeling facial, es necesario insistir más en la nariz y el mentón.
Tras retirar el peeling con agua tibia, aplicar un buen chorro de agua fría, masajeando posteriormente el cuerpo con un buen aceite corporal. Después es aconsejable secarse con una toalla, sin restregar la piel. Como toque final, aplicar una crema nutritiva corporal y una mascarilla hidratante para el rostro.
Con este tratamiento eliminarás las células muertas de la piel, ayudarás a prevenir los puntos negros y pelos enquistados, además de activar el riego sanguíneo. El resultado: una piel radiante y luminosa que te hará disfrutar de un bronceado más bonito y duradero.