Según palabras de Carme Ruscalleda, “los Gastrovinos de este año insisten en conceder al vino su valor como alimento, un alimento ameno y abierto a la imaginación, que permite jugar y descubrir el vino desde otras perspectivas”. La chef catalana, reconocida entre otras cosas por su forma de innovar con sabores de toda la vida, se refiere cariñosamente a sus nuevas creaciones como “chuches para adultos, ideales para cultivar sensaciones infantiles desde la visión adulta; son eminentemente dulces pero dejan un retrogusto ácido que limpia y refresca la boca, y te invita a seguir comiendo”.
Y es que tanto el Chutney como las gominolas han nacido de un prototipo de vinagre rosado, derivado del primer rosado de la historia de Alcorta, un vino que ya está en incubación y que nacerá la próxima primavera. Para su autora, la enóloga Elena Adell, “será un 100% tempranillo de un precioso color frambuesa, muy perfumado y con una boca sedosa, envolvente, de final muy prolongado. Inspirado en la cocina de Carme, tendrá cualidades extraordinarias, logrando que sea, sobre todo, un vino que evoque el Mediterráneo, la frescura de una buena sombra, el relax, el disfrute, la compañía, la conversación”.