Durante la década de los 90 se abren las puertas a la influencia de civilizaciones antiguas, como la egipcia y la romana, por ejemplo, y junto a la Fundación Claude Monet se realizaron piezas únicas inspiradas en la obra del gran pintor impresionista francés. Y más tarde se hicieron homenajes a artístas modernistas como Guillermo Morris, Gustav Klimt, Friedensreich Hundertwasser y Alphonse Mucha. En la actualidad la esencia sigue siendo la misma: piezas únicas artesanales realizadas en materiales nobles y, por tanto, con una producción muy limitada que se realiza en Viena como antaño, con una filosofía basada en el auténtico arte... Pero al mismo tiempo buscando un reconocimiento comercial en todo el mundo.
Frey Wille cuenta en la actualidad con una sede central en Viena y tiene presencia en Bratislava, Bruselas, Budapest, Dubai, Hong Kong, Ljubljana, Londres, Los Angeles, Milan, Moscú, Paris, Praga, Riga, Roma, Estocolmo y Varsovia.
Fuente: El mundo de Crescent