En el proyecto se han recuperado muchos elementos del pasado que provienen de la tienda del Pla de la Boqueria abierta en 1843, como una escalera de roble, relojes, mostradores, parte del ascensor de los años 20 (uno de los primeros de Barcelona), las sillas que se utilizaron en el primer desfile de moda organizado hace 85 años, un par de mostradores Art Decó, los escaparates de latón que había en la tienda del número 60 del Paseo de Gracia, y muchos de los carteles publicitarios de la marca.
Además han salido a la luz partes de la firma, como la sastrería, muy importante pero que siempre había estado escondida y que ahora está a la vista del público.
La nueva boutique Santa Eulalia, todo un referente en la moda y la calidad de capital catalana, cuenta con una zona destinada al retail efímero, una pop-up store, un espacio en blanco, polivalente, para acoger colaboraciones de firmas internacionales, y que arranca con la firma francesa de sombreros y tocados Maison Michel, fundada en 1936, y actualmente propiedad de Chanel.
El café, abierto también para los no clientes, está decorado con carteles de los años 20 y 30 de Santa Eulalia, y la barra es una pieza recuperada de un antiguo bar de Toulouse (Francia).
En toda la tienda hay 21 mostradores de todo tipo de los cuales 19 son distintos, y los nuevos son diseño de Sofield, que los ha creado en función del espacio que ocupan.
Santa Eulalia dejó de organizar desfiles de alta costura en 1995, casi 30 años después de diseñar su primera colección prêt-à-porter, y en la década de los 60 llegó a tener más de 750 empleados, de los cuales una gran parte trabajaba en talleres de alta costura y de sastrería y camisería a medida.