|
ENTRANDO EN PISTA PARA DESPEGUE.... 900 metros de pista, 571 cv bajo el pié derecho, ¿pueden imaginarse el resultado?, nosotros sí.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Para conocer al SLS, nos tenemos que remontar un poco al pasado, para ver su origen, cuyo antecesor es el Mercedes 300 SL “Gullwing”, o también conocido como alas de gaviota. Un deportivo de la marca germana que en la década de los 50 marcó lo que podría empezar a ser un diseño innovador en el mundo del automóvil e incluso está considerado como uno de los mejores coches deportivos de la historia.
Tan solo se fabricaron 1.400 unidades y las mejores hoy en día están muy bien valoradas. Se presentó como un prototipo en el Salón del Automóvil de Nueva York en 1954 y sin duda su éxito fue rotundo, llegándolo a adquirir personajes de la época como Clark Gable, Sofia Loren o Steve McQueen, entre otros .
En aquel entonces al SL se le dotó de un motor 6 cilindros de 2.996 cc, que entregaba ya 215 cv de potencia, llegando a alcanzar un régimen de giro de 6.600 RPM, todo un record para el momento. Nada que ver con el evolucionado y moderno motor V8 de 6.3 litros que rinde la nada despreciable potencia de 571 cv con el que se ha dotado al SLS.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
EL SLS tiene claras reminiscencias del SL, no tan solo en las puertas, cuya apertura es un singular sin precedentes no solo en Mercedes sino en algún otro fabricante de automóviles que se ha aventurado a utilizarlas. Otros detalles como las branquias laterales, o la mismísima parrilla delantera, incluso la posición de conducción muy retrasada a escasa altura del suelo y desde la que se puede admirar un generoso morro interminable donde está ubicado el corazón del SLS, nos dan una idea de la semejanza entre ambos modelos.
Mercedes y AMG han realizado un magistral trabajo en el diseño del SLS, dotándolo de una impresionante línea que aunque nos recuerde a su antecesor, es singular la mires por donde la mires. La delantera es poderosa, pues así lo demuestra con las generosas entradas de aire que predominan bajo el largo capó, y que decir si lo vemos lateralmente, donde verdaderamente se aprecia la estilizada línea con detalles singulares como las branquias laterales, que no solo están ahí por diseño, sino para refrigerar el motor que se encuentra en una posición retrasada con respecto a la delantera. Ahora bien, lo que más nos ha llamado la atención, a parte de las puertas, es sin duda alguna la trasera donde han refinado al máximo el estilismo del SLS. Los pilotos traseros led, las salidas de escape trapezoidales, el alerón trasero que emerge cuando sobrepasamos los 120 km/h, o detalles como la luz antiniebla, similar a la utilizada en los F1 situada sobre el difusor trasero, nos hacen ver que estamos ante una verdadera obra de ingeniería marcada por sus numerosos detalles.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Abrir y cerrar las puertas del SLS es un verdadero despliegue de elegancia, algo, que sin duda cualquier persona sabrá apreciar en cuanto lo vea. Una vez entrados en la cabina, cosa que puede llegar a resultar un poco complicado al principio, y acomodados en los deportivos asientos realizados en una base de magnesio que envuelven el cuerpo de maravilla, sobre todo lateralmente, estamos ya a los mandos de este superdeportivo, que parece pedir a gritos que pulsemos el botón START.
La sensación una vez sentado tras el volante, es que vas totalmente encajonado en una cabina, como si de un coche de carreras se tratara con todo muy a mano. Nos llama mucho la atención el selector del cambio, en forma de T emulando a un joystcik que es totalmente electrónico. A su izquierda encontramos los botones mágicos, denominados AMG Drive Unit, que son los encargados de velar por nuestra diversión en la conducción de semejante dragster. Hay 5 modos de conducción disponibles, aunque la mejor de las opciones para nosotros fue la que nos ofreció el “botón” AMG, que llevaba grabado un mapa de conducción que sin ser extremo nos dejó disfrutar de lo lindo en la revirada y sinuosa carretera de Montserrat, sin llegar a darnos ningún susto ni a ponernos el coche por montera.
El interior aunque es sobrio no llega a ser tan espartano como el de otros deportivos y cuenta con infinidad de detalles que le confieren un toque de distinción. El nivel de equipamiento es muy correcto y la información como en todos los Mercedes es clara, gracias a dos relojes separados por una pantalla que nos da mucha información en todo momento, sobre la que encontramos un potenciómetro de leds que da gusto ver como se enciende cuando disfrutamos de una conducción manual del cambio. El navegador tiene un buen funcionamiento y es muy intuitivo así como fácil de manejar, y el equipo de sonido es capaz de librarte si lo deseas del apasionado estruendo que es capaz de orquestar el V8 cuando quieres disfrutar de toda su potencia.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Como ya hemos comentado antes, el SLS está dotado con un motor V8 de 6.3 litros, cuya potencia es de 571 cv, que se transmiten al eje posterior por una caja de cambios secuencial de 7 velocidades, cuya velocidad de cambio en el modo Sport Plus, es casi comparable a la del mismísimo Ferrari California, dando incluso una subida de gas en las reducciones para aumentar más todavía la sensación Racing del SLS. Las cifras que ofrece son envidiables, pues acelera de 0 a 100 Km/h en 3,8 segundos, tan solo dos décimas más que un Ferrari Scuderia y alcanza una velocidad punta de 320 km/h.
No es un coche difícil de conducir, se deja llevar muy bien, aunque quizás su interminable morro hace que tengas que ser preciso al apuntar en la entrada de las curvas. Es muy predecible a las respuestas de todo aquello cuanto le pedimos, y en todo momento parece ir sobre raíles agracias al estupendo y rígido chasis que tiene, el conjunto de suspensión adaptativa, los enormes neumáticos que van calzados en unas generosas llantas de 20” y el centro de gravedad que es muy bajo.
En vías rápidas su comportamiento es muy noble, tanto, que tienes que ir muy atento al velocímetro en todo momento, pues sin darte cuenta es muy fácil ver la aguja del velocímetro anclada en el número 2 sin quererlo, ya que ya que la sensación que ofrece su habitáculo es muy cómoda para viajar y te hace ir despreocupado de todo cuanto antecede a tu alrededor, tan solo algo puede perturbar esa tranquilidad, y es el bronco sonido del V8 cuando ruge como si de una tormenta de truenos se tratara.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
En carreteras de montaña, donde tuvimos la ocasión de probarlo y bien, al principio necesitas de un periodo de adaptación, pues enfilar todo ese morro a la primera es difícil, pero una vez te vas haciendo con él, su conducción se convierte en divertida y la puedes llevar hasta límites que todavía garantizan que la trasera no te adelante. Los frenos, aun no siendo carbocerámicos no acusan agotamiento alguno tras someterlos a frenadas casi extremas, son infatigables. El conjunto de dirección y chasis hacen que el SLS sea preciso y estable, una cualidad que unida a unas buenas manos en la conducción te harán disfrutar de un verdadero superdeportivo en toda su esencia.
Ahora bien, donde vimos el verdadero potencial del SLS fue en la interminable recta del Aeródromo de Odena de casi un kilometro de largo donde pudimos ver la impresionante aceleración y el par motor que ofrece este Mercedes.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Con los neumáticos traseros rozando el inicio de la pista, el cambio en modo Manual, el ESP desconectado, tiramos de la palanca del cambio para atrás, presionando el freno, y vemos como y a un ritmo embriagador empieza a rugir el V8 cuando damos gas. Un momento mágico fue cuando dejamos de presionar el freno y salimos catapultados, para recorrer 900 metros en escasos segundos, viendo como la aguja del velocímetro a final de recta marcaba ya casi 230 km/h, ESPELUZNANTE!!!!!!! Una sensación sin igual que por un momento nos hizo sentir como si estuviéramos compitiendo en una pista de aceleración dentro de un dragster.
Literalmente te quedas pegado al asiento, mientras ves como pasa el tiempo a tu alrededor, rápido, muy rápido y cuando llegas al final de la recta, presionas el pedal de freno y te detienes como si nada hubiera pasado en unos instantes… BRUTAL!!!!.
GT CLUB, tuvo en su garaje el SLR, que también tuvimos la ocasión de probar y del que posiblemente el SLS haya heredado algunas cosas, pero imaginamos que los socios que hayan tenido la ocasión de probar ambas máquinas, estarán de acuerdo con nosotros en el que el SLS si es un coche para disfrutarlo en cualquier carretera y en cualquier circunstancia, algo que con el SLR podía llegar a ser complicado, sobre todo si el firme estaba mojado.
En resumen, el SLS nos ha dejado una buena sensación después de ponerlo a prueba, en un escenario en el que hemos disfrutado mucho, como lo fue la pista del aeródromo y en una revirada y poco transitada carretera de montaña que nos ofreció en todo momento una diversión sin igual y donde pudimos exprimir el carácter más deportivo de esta obra de ingenieria, que al igual que su antecesor el 300 SL, a lo largo y con el paso de los años, dará mucho de que hablar. Esperamos que hayan disfrutado de esta prueba al leerla tanto como nosotros al hacerla. Visita el siguiente enlace para ver todo el reportaje fotográfico. Agradecimientos: www.gt-club.es - www.aeroigualada.es.tl - www.igualada.cat
|
|
|
|
|
|
|
|
|
< <
|