La unidad que probamos, de color Stratus White e interior Obsidian Black con un contraste en los cosidos en color silver, en conjunto, le otorgaba al V8 un toque muy racing, ya que la combinación entre la pintura, las llantas y los detalles en carbono era perfecta. Más todavía si lo comparamos con el otro V8 Vantage con el que tuvimos la ocasión de contar para esta prueba, gracias a la cortesía de un colaborador.
Esencialmente Aston Martin, ha realizado algunas modificaciones sobre el V8 anterior, tomando algunos elementos de la versión Vantage S, que radican en cambios estéticos, como podemos apreciar en el faldón delantero rebajado y con un labio en fibra de carbono o el estilizado spoiler trasero.
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Con los dos Vantage enfrentados, pudimos ver claramente cuales son los cambios estéticos más importantes del nuevo V8 Vantage.
El corazón, el Alma de este coche es un V8 de 4.7 litros que ahora rinde 420 Cv a 7.300 rpm y que tiene un par de 490 Nm a 5.000 revoluciones, unido a un nuevo cambio denominado Sportshift II automático secuencial de siete velocidades, que funciona a la maravilla en ambos modos, otorgando y gracias a su séptima velocidad, un consumo más que contenido a velocidad de crucero.
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Terminada la sesión de fotos y gracias a la colaboración de Vilanova Grand Marina, empezamos con la prueba de verdad, donde pusimos al Vantage al límite para ver cuales eran sus reacciones, y poder compararlas con su predecesor que también tuvimos ocasión de probar.
Tras recoger el coche en Torredembarra, y rumbo hacia Vilanova, unos kilómetros de autopista nos dejaron disfrutar de lo lindo de la comodidad que ofrece este Aston Martin, que sin duda y enfretándolo a otros deportivos de su segmento, podemos decir que es "cómodo" para poder realizar viajes largos. Quizás el tarado de la suspensión, en modo sport, es algo tosco si encontramos un bache, pero no debemos olvidar lo que llevamos entre manos.
El sonido del V8 cuando lo subes de vueltas es magnífico, no molesta y es un presente sin igual para conductor y pasajero. Las marchas se suceden una tras otra, hasta llegar a la séptima velocidad que seguro ha sido concebida para contener el consumo del poderoso V8, algo que Aston Martin ha conseguido, aunque no debes perder de vista la aguja del velocímetro o cuando la retomes, verás lo rápido que puedes llegar a ir sin enterarte
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Entramos ya en la carretera que desde Vilanova nos llevaría a l'Arboç, donde, y para nuestra suerte, no encontramos nada de tráfico, y allí, es donde sacamos de sus casillas al Aston Martin.
El cambio secuencial es fascinante, una muy buena evolución del anterior (sportshitf) con una relación de marchas más cortas que ofrece unos cambios más rápidos y precisos optimizando la aceleración y ofreciendo una sensación muy deportiva de conducción.
El nuevo equipo de frenos es "súper", detiene al coche en instantes y no importa a la velocidad a la que quieras entrar en una curva, tú pisas a fondo y el Vantage se detiene ipso facto, además son inagotables e insaciables.
El paso por curva es verdaderamente rápido, gracias a la nueva dirección asistida heredada del Vantage S que ahora cuenta con una relación más rápida y le proporcionan mayor precisión y agilidad, aunque con el control de tracción desactivado y con el modo sport activado tenemos que tener muy claro que bajo el pedal llevamos 420 cv listos para desbocarse en cualquier momento, pero por más que lo intentas, el aplomo y el agarre de este coche es impresionante.
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Rodamos durante mas de 70 km con el coche, en esta fantástica carretera de curvas lentas y reviradas para someterlo a todo tipo de "sufrimientos" y al final, te das cuenta de que el nuevo V8 Vantage, es un coche con el que puedes viajar, con el que puedes correr o con el que podrías competir en el mejor de los circuitos como un verdadero piloto, y por supuesto disfrutando de los lemas de la marca de Gaydon, power, beauty and soul.
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Esperamos que esta prueba sea de tu interés, y que disfrutes al leerla como nosotros hemos disfrutado al hacerla.
Un saludo.
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