El cuadro, de fácil lectura, ofrece a primera vista, y gracias a la pantalla intermedia, que sirve de apoyo a la de 8” de la consola central, toda la información que precisamos para poder comandar el coche. Un práctico ordenador de a bordo, en el que podemos consultar algo tan práctico como el consumo extra de gasolina con el climatizador en marcha nos facilita parámetros como el consumo, la velocidad media, incluso nos muestra datos de la navegación o del equipo de audio.

Nuestra unidad estaba equipada con el sistema de velocidad de crucero adaptativo, algo muy útil si quieres conducir tranquilamente por autopista, manteniendo siempre la distancia de seguridad con el coche que te antecede, o el sistema de frenada de emergencia que es muy útil sobre todo en ciudad. Los vehículos con cambio DSG, incorporan además el denominado stop and go.

Es sorprendente la cantidad y la calidad de equipamiento con el que podrías equipar el Golf VII, pues la lista de opciones es interminable, sobre todo en lo que a seguridad de refiere. El volante cuenta con mandos desde los que puedes manejar el teléfono, el equipo de audio o incluso dar órdenes mediante comandos de voz, algo también muy útil para no distraernos al volante. Si a todo este equipamiento le añadimos el asistente que nos guía entre carriles y hace suyo el volante para evitar que te salgas de ellos o el detector de cansancio, lo convertimos ya en un coche que vela por ti y los tuyos.

Los asientos envuelven el cuerpo lo suficiente y son muy cómodos para viajar aunque quizás si optamos por una configuración del Golf más deportiva, no estaría de más escoger unos un poco más envolventes, pues con este coche puedes ir muy rápido, ya no queremos imaginar con el GTI o alguna de las versiones R hasta donde podremos llegar.

Algo que recomendamos y aconsejamos a todos aquellos clientes que quieran comprarse un Golf, es el sistema de faros adaptativos que iluminan a la perfección y giran con el coche, por lo que nunca, ni siquiera en las curvas te quedan ángulos muertos sin iluminación, sin duda, esto es un sinónimo del esfuerzo que la marca hace en todo lo que a seguridad se refiere.

El corazón que animaba a nuestro Golf es el ya conocido 2.0 TDI de 150 cv, que son mas que suficientes para poder con mucha soltura los casi 1.250 kg que han conseguido en VW tras someter a una dieta de adelgazamiento al Golf. Es un motor que podríamos tildar y calificar de ágil, que sorprende no solo por su capacidad de aceleración sino también por la de recuperación y sobre todo por su ajustado consumo.

El par motor que ofrece este TDI es impresionante ya que le puedes pedir, o mejor dicho, exigir, lo que quieras desde muy bajas vueltas que tranquilamente te lo dará y sin rechistar. Lo mejor de todo, es que el ruido del motor diesel prácticamente es imperceptible desde el interior, ya que su rumorosidad es mínima, y la verdad, es que en marcha a cualquier pasajero le podrías decir que es un motor de gasolina y no lo dudaría en ningún momento.

Ahora sí, el cóctel explosivo es dotar a este motor con el cambio DSG de siete velocidades, y, es entonces cuando te quedas ya sin palabras para elogiar el trabajo de esta marca. Su funcionamiento como ya hemos comentado en las pruebas anteriores del Golf VI  GTI Cabrio o el mismísimo Beetle, es asombroso. En resumen con este cambio disfrutaremos de unos cambios y reducciones perfectas, algo que para los que nos gusta conducir con soltura es de agradecer, pues el DSG te da opciones para jugar con el y disfrutar con ello de todo el conjunto.

El perfecto calibrado del chasis, junto al nuevo diseño de suspensiones que equipa este coche, así como la efectividad del diferencial electrónico XDS que es el encargado de corregir las inercias en los pasos por curva para evitar que sea un coche subvirador, algo tendente en este tipo de coches, lo convierten en un devorador de curvas en las que puedes sacar jugo de toda la ingeniería de la que está dotada el nuevo Golf, y que tiene sus límites más allá de la capacidad de muchos conductores. Otro factor que enfatiza más todavía su carácter deportivo es el equipo de frenos, capaz de soportar cuantas frenadas le pidas sin llegar a fatigarse.

Para rematar, el programa con el que podemos escoger los diversos sistemas de conducción (Comfort, Eco, Normal, Sport e Individual) te da muchas opciones para poder conducir según lo precises. Destacar como no, que con el programa Eco seleccionado, a 100 km/h el consumo de este Golf roza los 6 litros a los 100 km/h y en modo Sport unos discretos 8 litros.

Estos programas actúan en diferentes elementos del coche, no solo dinámicos, sino de confort como pueden ser la dirección, el control del acelerador, la suspensión adaptativa DCC (que es opcional) o incluso el sistema de climatización.

Para poder llevar a cabo el examen del Golf VII, no solo condujimos por autopista, sino que lo pusimos a prueba en una de las carreteras que más nos gustan y donde puedes ver la capacidad dinámica de un coche, el Parque Natural del Montseny.  En esta carretera encontramos todo tipo de curvas, en las que comprobar las prestaciones de un coche como el Golf, se convierten en un placer indescriptible, pues según vas conduciendo, cada vez te animas más y más a poner al coche al límite, pero, ahí es donde te das cuenta, que casi no lo tiene, entonces, ya es tarde, y vas muy rápido.

En este apartado, la nota que podemos darle al Golf VII, es de un 10, ya que el comportamiento dinámico es excelente, y sobre todo seguro, pues parece que llevas un coche por railes de los que nunca puedes salirte. Desde luego que merecerá la pena probar cuando esté disponible un modelo con tracción a las cuatro ruedas, sin duda, será rizar el rizo. Si a eso le sumamos que sea en una versión GTI o R, la sorpresa será todavía mayor.

Una vez más, queremos felicitar a VW, pues el Golf VII tiene todo lo que una persona podría pedirle a un buen amigo. Un compañero de viaje, con el que poder disfrutar de una conducción relajada por una autopista interminable, en la que no pasaría absolutamente nada, si no encontráramos una gasolinera durante muchos kilómetros. Un diablillo con el que jugar a ser malo en carreteras sinuosas, donde poder apreciar el talante deportivo del que han dotado al Golf.

De todas las opciones con las que podrías disfrutar, nosotros nos quedamos, con la muestra de la foto, pues a veces, para disfrutar de un coche, ni siquiera hace falta que lo pongas en marcha, y esto es algo, que en una apartada carretera de montaña en la que gozar de una preciosa y auténtica puesta de sol, con el Golf, pudimos hacer.

Redacción : Miguel Angel Solá

Agradecimientos
Volkswagen-Audi España, S.A.
www.comunicacion.volkswagen.es

Fotografía
Javier Lorite – www.javierlorite.com - Luxurynews