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Quizás es en el parte trasera donde más se aprecia su agresividad, con las dobles salidas de escape, el difusor y el spoiler del techo. Este modelo equipa también igual que algunos otros de la gama S de Audi, los retrovisores exteriores en aluminio.
En el interior, se respira un ambiente Audi, pero de aquellas versiones S, o incluso con connotaciones de las versiones RS. Los asientos deportivos son muy cómodos, y recogen muy bien el cuerpo sobre todo en los apoyos laterales. Gracias a los diferentes reglajes, es posible acomodarnos, como si de una berlina cupé se tratara tras el volante, pues acabas conduciendo en una posición algo más baja que en el resto de los Q5.
Lo primero que nos llama la atención al entrar, y sentarnos, es el volante achatado, heredado de las versiones RS, así como el pomo de la palanca de cambios y las inserciones en fibra de carbono que encontramos en el salpicadero.
El cuadro de mandos, nos indica con un logo en el cuenta revoluciones, que estamos ante la versión S del Q5, así como el velocímetro que tara su velocidad en 300 km/h. La pantalla multifunción del salpicadero, agrupa el sistema multimedia, el de navegación así como el Audi drive select, que dispone de 4 mapas de conducción y uno personalizable.
En las plazas traseras, encontramos espacio para dos adultos de buena talla, que serán capaces de disfrutar desde la parte trasera del coche las sensaciones que ofrece el SQ5 rodando en la carretera.
El corazón que anima al SQ5, es un V6 de tres litros, alimentado por dos turbocompresores, que son los que nos garantizan que la potencia se entregue de forma racional y progresiva en todo momento. La potencia de 313 cv que rinde este motor, le otorga al SQ5 unas prestaciones para este coche que podríamos tildar de infarto. Una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, y una velocidad punta limitada de 250 km/h.
La transmisión quattro que equipa este modelo está equipada con un diferencial central autoblocante, cuya función es cambiar la distribución y la fuerza del motor en caso de que una rueda pierda tracción, para conseguir una mayor capacidad de tracción.
Además el SQ5 está equipado con un software de gestión que analiza en microsegundos el par que recibe cada una de las ruedas que se sitúan en el interior de la curva para compensar el agarre y permitir así una paso por curva mucho más seguro.
La caja de cambios que Audi ha utilizado en este coche es una tiptronic de 8 velocidades, cuyo funcionamiento puede ser automático o secuencial. No es tan rápida como el cambio S tronic, pero funciona a la perfección, incluso el salto entre marchas es prácticamente imperceptible. Las levas en el volante son el complemento ideal para disfrutar de unos cambios y unas reducciones perfectas en conducción deportiva.
Tuvimos ocasión y gracias a uno de nuestros partners, de realizar la prueba del SQ5 en el Circuito de Catalunya, donde pudimos comprobar que este coche tiene mucho margen para disfrutar con él. Estamos seguros que el comprador de este vehículo no será un aficionado a los todoterrenos, sino alguien a quien le gusten las emociones fuertes, y os podemos garantizar que están aseguradas.
Una vez acomodados en el interior, pulsas el botón start y el coche suena como un diésel moderno, en el que no hay rumorosidad. Cuando escoges con el Audi drive select el modo de conducción dynamic, todo cambia, es como si este coche pasara de ser una versión S a una RS, pues el sonido y el comportamiento que ofrece el motor cuando lo estiras, es más propio de un V8 de gasolina que el de un V6 diésel.
La capacidad de aceleración que tiene es impresionante, ya que el motor empuja con fuerza desde las 1.500 hasta las 4.500 vueltas de un tirón. La entrega de potencia es progresiva, pero te das cuentas que conforme van subiendo las RPM te vas quedando pegado literalmente al asiento.
Gracias a todo el conjunto, chasis, amortiguación y unas descomunales llantas de 21”, así como los diferentes elementos mecánicos y electrónicos que permiten configurar la conducción de este coche, es algo indescriptible la velocidad de paso por curva que tiene, ya sea en curvas rápidas o lentas, tienes la total garantía de que el coche parece que vaya sobre raíles. Si bien es cierto que no podemos desmentir que la carrocería, dada sus dimensiones sufre con las inercias, os aseguramos que es prácticamente inapreciable por conductor y pasajeros.
En muchos otros coches, el precio del dinamismo y las sensaciones tienen un claro precio, el de la gasolina, y en este sentido el SQ5 sorprende también por el consumo, ya que las cifras oficiales hablan de un consumo mixto de 6,8 litros aunque en conducción deportiva es fácil sacar una media de 11 litros, que es una cifra muy ajustada por el resultado que puedes llegar a obtener.
Pudimos rodar por el circuito durante unas vueltas, y todo aquel que subía en el coche con nosotros, quedaba gratamente sorprendido, no solo por sus prestaciones, sino por el comportamiento dinámico de un coche de estas características dentro de un circuito. Los frenos todo y tener que detener en cada curva casi dos toneladas de peso aguantaron como unos campeones la sesión, así como los neumáticos (Dunlop Sport Maxx GT) cuya elección por parte de Audi, no ha podido ser más acertada.
Hemos tenido la ocasión, en lo que llevamos de año, de realizar muchas pruebas, y alguna de ellas en Circuito, y la verdad, es que el SQ5 no siendo conceptualmente un coche para conducir en este tipo de trazados, nos ha dejado huella, quizás en esencia, la misma que nos dejó su hermano, el RS5.
By Miguel Angel Solá
Agradecimientos
* www.audi.es
* http://www.audi.es/es/brand/es/Modelos/q5/sq5-tdi.html
* Carsgallery
Fotografías
* Javier Lorite - www.javierlorite.com