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Fabricado artesanalmente por quattro Gmbh en la planta de Neckarsulm, el R8 Spyder es un prodigio de la tecnología y el diseño. Su chasis y carrocería están fabricados íntegramente en aluminio, y con respecto a la versión coupé esta carrocería no pierde torsión.
Si Audi se ha esmerado en algo a la hora de concebir el R8, y convertirlo en uno de los mejores superdeportivos del momento, ha sido al conseguir un coche que con 1,25 metros de altura y casi dos metros de anchura, gracias a la disposición del motor por delante del eje trasero en posición central, dispone de un bajo centro de gravedad con el que se consigue una conducción muy equilibrada, merecedora de los mejores coches de este segmento.
No como otros deportivos, el R8 está concebido para su uso a diario, es más, asusta la facilidad con la que se puede llegar a conducir, pues es noble, y muy llevable, tanto, que a veces se te olvida lo que levas entre manos y vas verdaderamente rápido.
Ahora, y gracias a un restyling que afecta sobre todo a la parte delantera, en la que vemos unos faros de tecnología LED, que le otorgan una mirada si cabe, más atrevida y desafiante todavía que en la versión coupé, con la que prácticamente no encontramos más diferencias.
La parte trasera del R8 es espectacular la mires por donde la mires. Las líneas de los faros con tecnología LED, las dos impresionantes salidas de escape, así como el difusor de nuevo diseño, le otorgan una de las traseras más atrevidas dentro del mundo del automóvil.
Nosotros siempre decimos que hay coches que son más fotogénicos que otros y sin duda alguna el R8 Spyder se presta bien a ello, pues es uno de los mejores modelos que han pasado por nuestra redacción.
La combinación de colores de nuestra unidad de pruebas era muy atrevida, pues el color rojo de la capota y el interior, resaltaban mucho con respecto al color blanco Ibis de la carrocería. La capota es de lona, y se puede abrir y cerrar en sólo 19 segundos tanto en parado como en marcha, siempre y cuando no se exceda la velocidad de 50 km/h.
El interior de este R8, disponía de una combinación perfecta, en cuero negro con las costuras contrastadas en rojo, el mismo color de la tapicería y la capota. La fibra de carbono, como no podía ser de otra manera, también tiene cabida en el interior del R8, en este caso la encontramos repartida por el habitáculo, en los laterales de las puertas, así como en el reborde del cuadro de mandos y la cónsola central.
Grato de mencionar, y sobre todo de apreciar al conducir este R8, es la facilidad con la que se puede acceder al puesto de conducción, al que y gracias a los asientos deportivos que cuentan con diversos reglajes, no es difícil encontrar rápidamente una buena posición de conducción. El cuadro, está presido por dos enormes esferas, una de ellas es el cuentarrevoluciones que llega hasta las 9.000 vueltas y la otra el velocímetro que tara su velocidad en 350 km/h. Estas se encuentran separadas por el ordenador de abordo encargado de facilitarnos diversos datos, así como indicaciones de la radio o la marcha que llevamos engranada en todo momento.
En la consola central encontramos la pantalla del navegador desde la que también se maneja el sistema multimedia entre otras cosas y que se maneja desde un mando situado en su parte inferior. Un poco más abajo, encontramos los mandos del climatizador, y en el túnel central, la palanca del cambio S-tronic, así como los botones para la suspensión, desconectar el control de tracción o subir y bajar el alerón trasero.
El volante, como no podía ser menos, es achatado en su parte inferior, y es multifunción. En la parte trasera del mismo, encontramos las palancas para accionar el cambio en modo secuencial.
El R8 Spyder, equipa el conocido motor de 8 cilindros y 4,2 litros que la marca utiliza en sus modelos RS. Está situado en posición central trasera, rinde 430 Cv a 7.900 rpm, y dispone de un par motor de 430Nm. La aceleración del R8 Spyder es de 4,5 segundos para los 0- a 100 Km/H y es capaz de alcanzar los 300 Km/h.
Una de las principales características de este motor, algo que te pone los pelos de punta, es el estremecedor sonido que produce gracias al sistema de escapes que equipa. Agradecerás encontrar un túnel por el que pasar cuando lo conduzcas, pues el rugir del V8 en su interior es algo digno de escuchar.
Este motor lleva acoplada la nueva caja de cambios S tronic de doble embrague y siete velocidades, que puede ser utilizada en modo automático, y sobre todo para sacar mayor rendimiento al conjunto en modo secuencial. Cabe destacar que en modo automático se ha mejorado mucho la conducción con respecto al cambio anterior el R-tronic, ahora apenas se perciben los cambios de marcha. Ahora bien, si quieres disfrutar de este cambio en toda su esencia lo tienes que hacer en modo secuencial, bien sea a través de la palanca de cambios o de las levas, para darte cuenta que quizás es uno de los mejores cambios que hoy en día hay en el mercado.
Para dar un toque más Racing todavía al R8, disponemos de un sistema launch control, que se puede accionar tras una complicada maniobra en la que intervienen varios elementos, eso sí, una vez consigues realizarla, el despegue está asegurado.
En lo que a consumo se refiere y claro está, el que quiera tener un coche como este, es algo que tiene que dejar en un segundo plano, Audi ha conseguido reducirlo gracias a la introducción del cambio S-tronic, por lo que ahora su consumo está alrededor de los 15l/100 km/h, aunque no es difícil superarlo si lo utilizas en conducción deportiva, aunque os aseguramos, que cada litro que gastas lo disfrutas.
La seguridad en el R8 a la hora de trazar las curvas, viene garantizada por su sistema de tracción quattro, que guía a este coche como si por railes circulara. La fuerza del par que se recibe en el tren delantero puede variar entre el 15 y el 30%, por lo que en principio casi casi tenemos un tracción trasera entre nuestras manos, por lo que de saber lo que haces al volante, es fácil hacer alguna que otra cruzada.
Otro de los elementos que contribuye a sujetar firmemente al R8 al asfalto es la suspensión Audi magnetic ride, uno de los opcionales que no nos podemos olvidar al configurar este coche, pues garantiza que el conjunto sea firme en todo momento.
Detener al R8 una vez los has lanzado, no es tarea fácil, por lo que Audi lo ha equipado de serie con unos discos de acero perforados, con unas pinzas de aluminio de 8 pistones para la parte delantera y de 4 pistones para la parte trasera. El tacto de este equipo es excepcional, y cuesta mucho llegar a fatigarlos, de hecho, nosotros durante la prueba, no lo conseguimos. No obstante, Audi ofrece de forma opcional y para aquellos más puristas, un equipo de frenos cerámicos.
Como siempre hacemos, y para garantizar los mejores resultados de los coches en nuestras pruebas, condujimos por diferentes escenarios, con el fin de probar el comportamiento del coche, para después, individualmente hacer una valoración en cada uno de ellos. Pues bien, en todos, la nota es de un sobresaliente.
En ciudad, es fácil conducir con el R8 Spyder, claro está, no pasas desapercibido, pues las miradas de conductores y transeúntes son continuas. La altura del coche, es casi perfecta, y te permite entrar y salir de los parkings de forma bastante airosa, eso sí, aunque sepas que no vas a tocar con alguno de los faldones, es aconsejable hacer las maniobras con cuidado.
Entrados en la autopista, lo primero que se te viene a la cabeza, es hundir el pedal hasta el fondo, para ver como sube la aguja del velocímetro, hasta su fin, pero esto es un sueño solamente. El tarado de las suspensiones es firme, pero no llega a molestar realmente es bastante cómodo para viajar, incluso los asientos deportivos ofrecen un mullido muy bueno para ello.
Ahora sí, llegó el momento de contaros cual es el trazado ideal para este coche, el que afrontarás con suma delicadeza pero con la garantía y seguridad que te ofrece tras el volante el R8, las reviradas carreteras de montaña. Ya en su día cuando probamos el R8, lo tildamos como un escalador de montaña, y sí aquel R8 era bueno, este lo es mucho mejor. En aquella ocasión probamos la versión coupé, ahora con el cabrio, podemos decir que Audi se ha superado, pues si bien aquel coche ofrecía un agarre, una capacidad de tracción increíble y un paso por curva espeluznante, este, con una carrocería en versión spyder, ofrece las mismas sensaciones que las puedes gozar, además, sintiendo el viento en la cara.
Las curvas se suceden a velocidad de vértigo, el sonido del V8 es abrumador, de los mejores V8 que puedes escuchar. Las marchas se suceden una tras otras con el cambio S-tronic, con el que las reducciones son tan perfectas que hasta el sonido del motor las enfatiza más todavía. Trazar una curva, es tan solo cuestión de que apuntes por donde quieres entrar y por allí entrarás sin ningún tipo de problema. Si eres de los más osados, puedes desconectar el control de tracción, y pasaras a llevar entre manos casi casi un tracción trasera, pero para darte cuenta de ello, la verdad es que tienes que ir muy, muy rápido.
Es de carácter subvirador, pero el conjunto, la tracción y la electrónica son los encargados de mantener en su sitio en todo momento, aunque bajo demanda, como ya hemos comentado es fácil sacarlo de sus casillas.
Pocos súper deportivos, son los que puedes usar a diario, los que no son difíciles de conducir y los que transmiten sensaciones como las que son capaz de transmitirte el Audi R8 Spyder. Hemos tenido ocasión de poner a prueba muchos deportivos a lo largo de estos años, y el R8 ha sido uno de los que más buen sabor de boca nos ha dejado, ante todo, por la versatilidad que ofrece.
Escrito por, Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
- Audi España
- Configurador Audi R8: http://ow.ly/yRpKw
- Video Audi R8: http://vimeo.com/100115785
- Durlet Apartments
- Fotografías : Javier Lorite.