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Lo mires por donde lo mires, el clasicismo británico está presente en todo el conjunto, desde el frontal, presidido por esa enorme y mítica parrilla cromada, rematada por unos faros circulares de nuevo diseño que incorporan luces diurnas tipo LED, pasando por el lujoso y exquisito interior, guarnecido con las mejores maderas y pieles, o por su parte trasera consolidada ya como un sello de distinción Bentley, en la que los dos salidas de escapes ovaladas simulan las luces de los pilotos traseros.
Las versiones Speed tienen detalles que marcan la diferencia con respecto al GTC normal, como una carrocería 10 mm más baja, gracias a un sistema de suspensiones mejorado, o las preciosas y descomunales llantas “Speed” de 21 pulgadas, calzadas con unos neumáticos Pirelli P Zero, así como elementos que vienen dentro de la Mulliner Specification, como la tapicería de piel en forma de rombo con el emblema de la marca, los pedales de aluminio perforado, la placa con el logo Speed que nos recibe al abrir las puerta o el pomo del selector del cambio en aluminio estriado entre otros detalle.
La capota, como no podía ser de otra manera, es de lona en este Bentley, tiene tres capas de tejido reforzado, se despliega en menos de 30 segundos, y sin duda alguna es la que le otorga ese aire retro a la vez que le imprime un sello de identidad propio de la marca. El nivel de insonorización es perfecto con la capota cerrada, pues no se escuchan sonidos que provengan de la misma en ningún momento, incluso a altas velocidades. El accionamiento de la capota puede hacerse en marcha, siempre y cuando no se superen los 32 km/h, lo único que se percibe a través de ella, es el rugido del potente motor W12.
El Continental GTC Speed, con su poderosa estampa, nos hace ver que dos cosas a simple vista, la primera, es que tras una carrocería elegante e imponente a la vez, cuyas medidas de 4,80 metros de longitud, 1,39 de alto y 2,22 de ancho nos advierten que estamos frente a uno de los más todo poderosos que podemos encontrar por las carretera, tras el que se esconde todo un deportivo, y la segunda, que es un coche más que confortable para viajar o conducir, simplemente disfrutando del sol y el viento viendo como ambos acarician tu cara.
Está configurado como un convertible 2+2 plazas, dónde las traseras igual que las delanteras, gozan de dos sendos butacones que aseguran el confort de los pasajeros, que disfrutarán igual o mejor que el conductor y el copiloto de la sensación de circular a cielo abierto. El maletero no es la mejor baza de la que goza este Bentlley por guardar parte del sistema de la capota (340 litros), pero, un buen juego de maletas, es posible meterlo sin problemas.
Sentarte es un Bentley, es como entrar de lleno en el universo del lujo, en un mundo en el que la calidad, el cuidado de todos los detalles se eleva a la enésima potencia. Tenemos que destacar que todos los Bentley se fabrican a mano y de forma artesanal con los mejores y más exclusivos materiales puestos a disposición de la marca para sus clientes en forma de verdaderas obras de arte como los son cada y uno de los Bentley que salen de la factoría de Crew.
Lo primero que nos llama la atención al abrir la puerta, son los impresionantes asientos de piel diamantados, que guarnecidos de pieles tratadas y cosidas a mano, lleva en contraste las costuras del mismo color que el exterior del coche, que dicho sea de paso, fue un color que un cliente pidió hicieran para él, y con su permiso, Bentley decidió agregarlo a su exclusiva carta de colores bajo la denominación Continental Yellow.
Los asientos llevan bordados en los reposacabezas los logos de Bentley, como un sello más de distinción y bajo estos, en los asientos delanteros, encontramos el sistema de calefacción para el cuello, otro detalle más de la larga lista de gadgets con los que puedes equipar a este coche si lo que quieres es disfrutar de un cabrio durante todo año, por ello, como no, el volante también es calefactable. Estos asientos están dotados de un sistema de ventilación, calefacción, función de masaje y números reglajes para poder ofrecer una cómoda posición de conducción.
El volante de piel tiene un tacto exquisito, es multifuncional e integra dos enormes levas que controlan el cambio automático y aunque es poco grande en lo que a tamaño se refiere, es totalmente acorde al tamaño del coche.
El cuadro de mandos, agrupa toda la información en dos grandes esferas, separadas por una pantalla intermedia, que hace a la vez de ordenador de a bordo. En el centro de la consola, bajo el mítico reloj firmado por Breitling, y las dos salidas que emulan a los modelos de antaño de Bentley, encontramos una pantalla de 8” táctil, desde la que se puede manejar, no solo la configuración del coche, sino el navegador, el sistema multimedia, el teléfono o el impresionante equipo de sonido Naim for Betnely, que convierten a este descapotable en un anfiteatro rodante. En la parte más baja, encontramos el selector del cambio que también puede ser utilizado desde las levas fijadas a la columna de dirección, y junto a este, el botón de start/stop y el mando que acciona la capota.
El interior, no solo es tecnología, sino un compendio entre esta y la exclusividad de los materiales utilizados para guarnecer el salpicadero, donde encontramos unos paneles de aluminio tintado que entonan perfectamente con el aluminio pulido de las salidas de aire y la consola piano black.
El corazón de este coche, es un prodigio de la tecnología, que aunque muchos piensen está en desuso, seguirá impulsando a la nueva generación Continental que veremos en breve. Un W12 de 6.0 litros, Twin Turbo fruto de la alianza con Audi, que dispone de dos bancadas de seis cilindros, capaz de rendir 625 cv acompañados de un par motor de 800 Nm, que emite un sonido a través de las dos sendas salidas de escapes, embriagador como exclusivo a la vez, pues no hay otro coche que suene como este.
Con este potencial, y dotado de un sistema de tracción permanente, cuyo reparto es de un 60% al eje trasero y un 40% en el delantero, es capaz de acelerar de 0 a 100 Km/h en tan solo 4,4 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h, siendo el descapotable cuatro plazas más veloz del mundo hasta la fecha.
El empuje que ofrece este motor, es indescriptible, pues desde las 2.000 rpm ofrece toda su cifra de par, lo que se traduce en una aceleración que literalmente te deja pegado al asiento, aunque si lo que quieres es disfrutar de una conducción relajada, tan solo deberás dejarlo que funcione a su ritmo, convirtiéndose, en un W12 propio de cualquier Berlina Premium.
La caja de cambios automática de 8 velocidades es rápida y muy efectiva a la hora de conducir de forma deportiva. En carretera y autopista es un cambio que funciona de maravilla y sin sobresaltos, ya que apenas se notan los cambios entre marcha y marcha. En conducción un tanto más deportiva en la posición S, demostró durante la prueba ser más que efectivo y sobre todo muy preciso a la hora de encajar las reducciones para retener al coche en las entradas de las curvas.
En lo que a consumos se refiere, las cifras que se pueden obtener a través del ordenador de abordo son realmente escandalosas, pero estamos seguro que a cualquier afortunado propietario de cada uno de los Speed, esto no le supondrá ningún problema. La marca homologa unos 14,9 litros a los 100 km, algo que puedes conseguir, circulando por autopista dentro de los márgenes legales, ahora bien, si decides sacar a trotar todos sus caballos, esta cifra la veras incrementada en varios múltiplos.
Nosotros durante nuestra prueba y teniendo en cuenta que hicimos una ruta mixta entre carretera, autopista y puerto de montaña, conseguimos una cifra de 19,7 litros, nada exagerado para el potencial de este Bentley.
Otro de los elementos que garantizan ese toque de deportividad a todo el conjunto, es la suspensión neumática (CDC), que cuenta con diferentes grados de dureza que se controlan desde la pantalla alojada en la cónsola, por lo que con tan solo pulsar un botón podemos cambiar el tarado de la suspensión en función de la comodidad o deportividad que deseemos dar a nuestra conducción.
El conjunto formado por chasis, suspensión neumática y tracción integral, es más que suficiente para garantizar la enorme capacidad de tracción de este Bentley, cuyo peso se acerca a las dos toneladas y media. El calzado, en este caso con unas enormes y preciosas llantas de 21”, contribuye en buena medida a ello también.
Es impresionante la capacidad dinámica que tiene este coche, aunque obviamente, su peso no juega su favor, puedes disfrutar del potencial que tiene en cualquier tipo de carretera, aunque claro está, que las vías y las curvas rápidas son su fuerte, aun así, nosotros lo adentramos en una carretera de montaña, pues queríamos saber cual era el límite del GTC Speed.
Para detener a este titanic de la carretera, Bentley recurre a un equipo de frenos carbocerámicos (opcionales), con unos discos de frenos de 420 mm en la parte delantera y de 356 mm para la parte trasera. Tienen un buen tacto y la verdad es que son bastante infatigables, al menos durante la prueba que realizamos así lo demostraron.
Siempre decimos que hay coches que se sienten cuando los conduces, y el Bentley Continental GT Speed Convertible es uno de ellos. Conducir a cielo abierto, sentir el rugido del motor, el tacto de la piel y el confort de un habitáculo digno del más exclusivo palacio, es algo que como este Bentley, no tiene precio.
Escrito por, Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
- Cars Gallery, Concesionario Oficial Bentley en Barcelona | www.carsgallery.es
- Fotos: Javier Lorite – www.javierlorite.com
- Configurador Bentley Continental GTC Speed: http://www.bentleymotors.com/en/models/continental/continental-gt-speed-convertible.html