Antoine LeCoultre fundó en 1923 Les Sentier un taller de relojería que hasta hoy conserva su carácter de manufactura. A él se debe el invento del micrómetro, el primer instrumento capaz de medir micras así como, dos años después, del primer mecanismo de bolsillo dotado de un sistema de remontaje y de puesta en hora mediante la corona. En 1925 se unió con Edmund Jaeguer. Siguieron teniendo como objetivo el trabajo bien hecho y una insaciable curiosidad científica que se aprecia en sus bellas y complicadas piezas relojeras. Todas las piezas de los relojes Jaeguer LeCoultre, hasta el más pequeño tornillo, son realizadas con sumo detalle para garantizar una longevidad legendaria.