Se acaba el otoño, y en breve entramos en la primavera, momento idóneo para el disfrute de un coche como el BMW Z4 Roadster, pero, ¿por qué esperar a la primavera?. Es la segunda unidad que tenemos el placer de poner a prueba de este BMW, un roadster de aquellos que te enamoran cuando los pruebas, como nos ha vuelto a pasar esta ocasión. Este coche te permite muchas cosas, entre ellas, algo tan exclusivo como disfrutar del sol, y del viento, a la par, que gozar, como lo hicimos nosotros, de una preciosa puesta de sol y de las fagedes del Montseny.
Cuando una persona opta por comprarse un coche de estas características, entendemos que lo hace por una razón pasional. El BMW Z4 es sin duda alguna, uno de esos coches en los que no buscas más que sensaciones al volante y disfrutar de algo tan exclusivo como lo es el poder hacer kilómetros durante todo el año, disfrutando de la brisa del viento en la cara.