Slow abre sus puertas formando parte de la agenda obligada de Barcelona, cansado de bares y clubes sin creatividad y alma. Rescatando el concepto vintage-clásico de cocktail bar y, a su vez, boîte, Slow se presenta como un espacio íntimo, abierto y diverso que va cambiando de piel dependiendo de la hora del día y de las necesidades de nuestros clientes.
Con una oferta variada y siempre de cuidada calidad, Slow propone maridajes donde, por norma, conviven exquisitos y variados cocktails, selecta botellería, buena música y platos deliciosos a cualquier hora.